14 de julio de 2023

Algunas peculiaridades de Moçamedes/Namibe


Barco oxidado y varado

Barco oxidado en la playa

A las afueras de la ciudad, aunque muy cerca, se veía aquel barco oxidado, varado en la playa como un gran monstruo surgido de alguna de las posibles atrocidades cometidas por el capitán Nemo, en sus fantásticas aventuras marinas. Se veía desde la playa-centro de la ciudad y allí se acercó utilizando uno de los moto-taxi tan abundantes en esta población pesquera y en toda Angola. Cuando apareció por allí, un grupo de muchachos de indeterminada apariencia dialogaba cerca del casco, un monstruoso forro oxidado. El motorista les saludó, y el viajero insatisfecho le preguntó si él los conocía: dijo que era costumbre saludar, para tratar de empatizar con el jefe o con todos los componentes del grupo, y evitar problemas. El saludo correspondido suponía una aceptación tácita de la interrupción y visita. En la parte de amura de babor aún era visible el nombre del barco Independencia, y debajo, S.V. Cabo Verde. Unas fotografías de aquel estropicio natural -producido por las olas después de la rotura de amarres en el puerto pesquero cercano- y posterior regreso a la ciudad.


Barco oxidado y muchachos charlando

Puerto pesquero

En la parte sur de la ciudad estaba el puerto pesquero, uno de los más importantes de Angola, junto a Luanda, Lobito y Benguela. Cuando realizó la visita, había cierto movimiento, aunque no coincidió, según pudo saber, con el momento de gran apogeo de pesca y mercancías.


Al fondo, puerto pesquero

El faro

En la parte norte de la ciudad y a una distancia de unos ocho o diez kilómetros se ubicaba el antiguo puerto minero y, relativamente cerca, el faro centenario, en peligro de derrumbe. Se acercó con el mismo moto-taxi y le pareció un lugar fuera de tiempo, abandonado, pero con ese sabor de faro colonial que le elevaba al púlpito de "antigüedad en peligro de descomposición". Situado en la parte alta de una meseta a orilla del mar, las aguas rompían con fuerza en el acantilado cercano. Tres o cuatro casas de pescadores, con plásticos, trapos, palos y pedruscos se ubicaban en los alrededores. Un ambiente de pobreza y miseria desprendían aquellos trastos colocados y organizados para servir de vivienda.

Casa de pescadores y, al fondo, el faro

El antiguo cine o cine-estudio

El cine-estudio, apodado por muchos como “la nave espacial”, estaba ubicado en un terreno baldío, en el centro de la ciudad. Construido en 1973, nunca fue inaugurado y jamás proyectaron película alguna en sus dos salas. En el momento de este paso por allí, estaba descuidado y desamparado, ocupado en parte por personas marginales. No era recomendable visitarlo ni pasear por su interior aún sin concluir.


Cine-estudio

Vóley-playa

Era sábado y tuvo oportunidad de ver vóley-playa en la playa de Moçamedes. El vóley-playa, una variante del voleibol, se juega sobre la arena y playas. Allí, unas jóvenes locales disfrutaban entonces de este deporte, con pocos espectadores, pero muy organizados, callados y expectantes. ¿No estarían admirando los cuerpos femeninos y esculturales de sus jóvenes locales?


Joven jugando al vóley-playa

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1 de julio de 2023

El principal destino al sur: Namibe

De nuevo en Luanda, después de haber visitado Malanje -con las cataratas de Kalandula y Pungo Andongo- se planteó un largo trayecto (unos 1.000 kilómetros) que le llevaría rumbo sur, a la zona de Namibe, a la ciudad de Moçamedes, como se llamaba la población más grande de la región, aunque en libros-guía y en varias informaciones de internet identificaban Namibe como nombre de la ciudad. El autobús salía por la tarde, desde una de las estaciones terminales de la empresa Macon en Luanda, con destino a Benguela. Allí tomaría el primer autobús que saliera hacia Namibe. Llegó a Benguela sobre la 1,30 y el autobús hacia el sur del país partía a las 4,30 de la madrugada: tres horas de espera. Le restaban aún otras muchas de autobús hasta llegar a destino.


Mapa de Angola

En total, desde Luanda, el viaje duró unas veintiocho horas, aunque, ejerciendo de mochilero, nunca le asustaban esos trayectos largos pues entraban dentro de la organización y planes viajeros. 

La empresa Macon, en Angola, era como un emblema del país. Una empresa que se convertía en internacional pues tenía destinos fuera de Angola: a Windhoek (Namibia) o Kinshasa (Congo).

Durante el trayecto, pasada la sierra de Leba, el paisaje cambiaba a sabana-desértica y varios pobladores de tribus locales se dejaban ver en las paradas obligadas del bus. Sobre todo, mujeres vendiendo productos del lugar.


Mujeres de la etnia mucubais, durante el trayecto a Namibe

Una vez en Moçamedes/Namibe era primordial encontrar un hotel bueno, bonito y barato: un propósito complicado en aquella ciudad de áridos alrededores, aunque con un puerto pesquero importante para el país. Era una población costera del desierto situada en el suroeste de Angola y fundada en 1840 por la administración colonial portuguesa. En la actualidad contaba, según informaciones, con cerca de ochenta mil personas y con muchos edificios de la época colonial. 

Al bajar de la Macon, y no sabiendo nada de la ciudad, un taxi-moto era la mejor opción para encontrar alojamiento. Le llevó a un pequeño hotel, pero no le gustó; un segundo, no disponía de habitaciones, y en el tercero, hubo suerte: le dieron lo que deseaba. Ya avanzaba mucho la tarde, por lo que una vez descargada su mochila grande en los aposentos se dedicó a conocer los céntricos alrededores de esta pequeña urbe. También, a localizar un sitio para poder ingerir algo caliente. Llevaba más de veinticuatro horas sin probar bocado en condiciones, más allá de la fruta comprada en las paradas del bus y aquellos fritos en un puesto de la ruta que, por cierto, le sentarían mal. Atravesó el paseo principal e hizo un primer acercamiento al océano que, en aquella zona, era una extensa playa. El puerto se veía a lo lejos en uno de los extremos; en el otro, un barco varado en la orilla parecía, desde donde se encontraba, un fantasma marrón oxidado. Los brillos del sol le daban incluso un aspecto casi sanguinolento.

¡Ya se acercaría a visitarlo en otro momento!


Playa de Moçamedes/Namibe

El final del atardecer el viajero insatisfecho lo pasaría dentro de un restaurante local, motivado por una buena Cuca (la cerveza del país) y un apetitoso plato caliente.


Edificio colonial en Moçamedes/Namibe

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