25 de julio de 2010

Cazadores de saltamontes

No es fácil convertir unas viejas fotos en un documento valioso. Para el viajero insatisfecho, sí, pues todas y cada una de ellas tienen su momento, que convertido en recuerdo, constituye un grano-de-arena en su vida.
Habían aparcado la moto y caminaban, el motero-guía y él, por una angosta vereda, después de haber visitado el poblado de las ‘mujeres jirafa’, hacia un pequeño paso fronterizo con Birmania. Acababan de dejar a un lado un poblado karem, originario birmano, refugiado en Tailandia y, mientras avanzaban, diversas imágenes cotidianas y sencillas se sucedían. Ahora, guardadas en su mente.
Una de ellas es la de la fotografía.

Niños de un pobre y cercano poblado (cada uno de estos asentamientos más mísero que el anterior) se entretenían cazando saltamontes, como juego y posterior alimento. Constituían una especie de pelotón de combate, cada uno de ellos especializado en un armamento. Estaban los azuzadores (1, 3 y 4) que con un sencillo palo se encargaban de rodear al animal y sacarle de la espesa maleza; el ‘inmovilizador’ (2) que en un descanso y despiste del bicho, le sujetaba veloz con su arma, y el captor (5) que una vez inmovilizado le agujereaba con el afilado aguijón de madera que portaba. A la vez, éste servía de transporte (No se aprecia, excepto en sus alegres ojos (5), pero transportaba ya dos de estos insectos).
Creed ahora al mochilero, que observó, detenido a lo lejos, su acción de ataque, y exhibe ahora documento acreditativo. Posaron para él, resignados, después de iniciada, aunque no finalizada, la batida.

Copyright © By Blas F.Tomé 2010

16 de julio de 2010

¿La playa 'Seven Commandos'?

En la bahía de El Nido, en la isla de Palawan (Filipinas), lo más sencillo y atractivo para el visitante era navegar alrededor de las cientos de islas que componían el archipiélago Bacuit, un paisaje de gran belleza (eso sí, nada que ver con la vietnamita bahía de Halong, como algunos libros-guía se atrevían a comparar). Un barco y un piloto, a la vez, guía, era todo lo que se necesitaba para hacer un bello recorrido y pasar una jornada sumido entre agua y calor. Bajo aquel sol-calor, las islas se uniformaban y las aguas se juntaban en el horizonte con la bruma sol-calor. En todo aquel mar, plagado de islotes, primaba el silencio que calmaba incluso el latido de un corazón emocionado.
Todas ellas, y sus playas, tenían su nombre en lengua tagalo o visaya, pero los americanos -supone el viajero insatisfecho- no tuvieron reparos en dar sus propios nombres ingleses a cualquier apartado rincón. Esos nombres aún permanecían.


¿Cómo si no una isla se podía llamar Helicopter Island/Isla Helicóptero (por su forma, y vista a lo lejos) o Snake Island/Isla Serpiente (por su cola arenosa de cientos de metros que se interna en el mar) o Seven Commandos Beach/Playa Siete Comandos (accesible únicamente por barco).

¿Cómo pudieron tener aquellos post-colonizadores americanos tanto afán guerrero para ponerle ‘Seven Commandos Beach’ a una bella y tranquila playa?. ¿Quizás allí permaneció guarecido el ‘Séptimo comando’ antes de una incursión contra los japoneses en la II Guerra Mundial?.

Hay veces que la locura que nos trasladó la película ‘Apocalypse Now’ no está tan alejada de la realidad.
Copyright © By Blas F.Tomé 2010

13 de julio de 2010

El éxito se celebra en el 'rincón de la Roja'

Si hace unos días el ‘post’ sobre el ‘rincón de la Roja’ recibió críticas dispares, tanto dentro como fuera del mundo blogger, hoy -después del éxito de la Roja- su Mary Kingsley ha decidido imbuirse de los colores del país al que representa o, mejor, el que la sostiene.
¿Qué mejor idea que colocarse unas braguitas amarillas?. Su decisión no fue precisamente por las pasadas críticas recibidas ante la falta de pudor por tener sus partes íntimas a la vista de cualquier mirón, sino porque ha sabido emplearse a fondo y mimetizarse con el país, España (Si no se aprecia, ver el 'detalle aumentado').
Mary Kingsley supo integrarse en 'el rincón', ha sabido mimetizarse con el éxito español y sabrá reemprender el viaje a su habitual puesto en el salón. Atesora, ahora que llegó el verano, la sensualidad de la piel, el calor, el sudor, el color del sol, el imperio del cuerpo,....
Es, en definitiva, un orgullo para su protector, viajero insatisfecho.

Copyright © By Blas F.Tomé 2010

8 de julio de 2010

Saramago 'blogger'

-Hoy, la entrada no es de 'viajes' es de 'admirador'-
Dijo Saramago en su discurso de aceptación del Premio Nobel:
La voz que leyó estas páginas quiso ser el eco de las voces conjuntas de mis personajes. No tengo, pensándolo bien, más voz que la voz que ellos tuvieron”.
Y este blogger [Viajero insatisfecho] piensa que lo dicho en aquel ambiente, para el portugués claramente hostil, falso y solemne, estaba muy alejado de su realidad como persona. Aunque sus personajes fueron muchos y muy variados, lo que le daría la razón.
Tal vez lo pronunció porque había que hacerlo (esto extrañaría a cualquiera) o por el aturdimiento del momento, pero si hay un escritor con más voces que Saramago, la academia sueca no lo encontrará entre sus insignes.
Seguro.
Saramago fue la voz de los pobres, de los boquiabiertos, peleones, insatisfechos, ‘aminatu haidares’; de los incondicionales, de los luchadores, rebeldes, ‘garzones’, amigos, ‘antiPPeros’. Luchó contra todo lo ‘luchable’ y apoyó todo lo ‘apoyable’. Nunca fue difícil encontrar en los periódicos un titular “Saramago apoya (bla, bla, bla)….”.
Un día, en uno de sus artículos, o en alguna referencia quizás, este viajero leyó algo semejante a “el discurso político es de ocultamiento”, que era, y es, una verdad sobrada, pero difícil de sintetizar de manera más clara en esas seis palabras. Por eso, este ‘nobel’ no se cubría las espaldas de su dignidad: acudía sin ser llamado, estaba sin importar la oportunidad. Su discurso vital no era de ocultamiento sino de transparencia interior.
¿Se podría llamar a esto honestidad?. Se podría.

Tal vez no fue muy conocido, pero comenzó a escribir un blog, El cuaderno de Saramago, poco visitado por este viajero (hoy, reconvertido en admirador) pero recuerda haberlo ojeado cuando decidió curiosear entre los blogs de personas con renombre. En aquella bitácora hablaba de cosas cotidianas, del día-a-día social, de lo escuchado y reflexionado en cualquier medio informativo. No parecía ser Saramago su sombra inductora pero -a este blogger- le consta que lo era, incluso, en su momento, se despidió de sus lectores con un "Adiós, por tanto. ¿Hasta otro día? Sinceramente, no creo".


Copyright © By Blas F.Tomé 2010

1 de julio de 2010

Polito y el corzo: Viaje a la libertad

Según este ya insistente y veterano blogger, Viajero insatisfecho, si un ‘post’ habla de viajes y libertad es en sí mismo una gran entrada. Una gran aportación al mundo y, sin pretender ser altanero, un sabroso broche de oro para el lector.
Este ‘post’ habla de un viaje a la libertad ¿hay algo más admirable y completo?
La historia arranca en un pequeño pero peligroso canal de regadío donde decenas, o centenares, de corzos encuentran su final al caer en él sin posibilidades de salir, ahogándose en sus aguas.
Uno de estos pequeños animales es recuperado, al borde de la extenuación, por un cercano (de familia) agricultor/ganadero local que, sin atender a sus elementales instintos pero sí sus sensibilidades, decide cuidarle con esmero. Aunque el pequeño corzo sigue asustado, dos o tres días de atenciones parecen suficientes para su completa recuperación.
Y ahí comienza el viaje a la libertad.
Carga al animal en su coche-furgón y en una explanada, al amparo milenario de unas piedras ya famosas (monasterio de San Miguel de Escalada), procede a cumplimentar su apuesta. Desata la cuerda, necesaria para el transporte, y deja al pequeño corzo sobre la hierba, bajo la oscura mirada de antiguas sombras de monjes y beatos. Continúa asustado; fuerte pero tembloroso. Ya sin ataduras, acecha tímido a su rescatador y cuidador que se encuentra cerca, a sus espaldas. No hace el más mínimo movimiento de escapar.
Pasan catorce minutos de adaptación, observación y espera.
De pronto, mueve sus músculos torácicos, yergue sus mustias orejas, ojea las cercanas piedras milenarias del famoso pórtico mozárabe y con un ágil salto inicia su carrera/viaje hacia la libertad.

¡¡Bravo ‘Polito’!!

Copyright © By Blas F.Tomé 2010