Si hubiera sido el director de “El Señor de los Anillos (I, II y III)” que no dude el posible lector que alguna de las espléndidas localizaciones de la película hubiera sido en el sugerente paisaje de las ‘Chocolate Hills’, como son llamadas y como el poder político de la isla de Bohol (Filipinas) quiere que sean conocidas.
Una rápida mirada a las fotografías con la mente puesta en la película: ¿Tienen un sitio estas instantáneas en el universo creado por Peter Jackson?. ¿Podrían ser, por ejemplo, el paisaje natural de los hobbis?. Su momento cumbre de particular belleza parece ser mayo, cuando alcanzan el color que las ha movido y lanzado más allá de sus fronteras.
A este viajero insatisfecho le pareció ‘sugerente’ la visión del entorno que conforma esta multitud de promontorios, coralinos ellos, si se atiene a las explicaciones grabadas ‘in situ’ a modo de orientación. Un paisaje diferente, lleno de misterio en plenas Visayas (Así le llaman a estas céntricas islas filipinas).
Mil doscientas sesenta y ocho (1268) elevaciones repartidas en tres distritos de la isla y 214 escalones se precisan subir en uno de los cúmulos (destrozando, así, su virginidad natural) para poder observar el resto.
¡Cifras, cifras!.
Siempre son curiosidades y más cuando en uno de los casos (los escalones) el mochilero se entretuvo en contarlos. La otra cifra habrá que agradecérsela a Michael, el conductor que, resignado, le aguantó y llevó.
Pensaba enseñar a este mequetrefe otras plazas que completaban su ‘paquete turístico’, de tonterías y engañabobos, pero se lo prohibió.
- No. Únicamente las “Chocolate Hills”.
¡¡Gracias, Michael!!.
Una rápida mirada a las fotografías con la mente puesta en la película: ¿Tienen un sitio estas instantáneas en el universo creado por Peter Jackson?. ¿Podrían ser, por ejemplo, el paisaje natural de los hobbis?. Su momento cumbre de particular belleza parece ser mayo, cuando alcanzan el color que las ha movido y lanzado más allá de sus fronteras.
A este viajero insatisfecho le pareció ‘sugerente’ la visión del entorno que conforma esta multitud de promontorios, coralinos ellos, si se atiene a las explicaciones grabadas ‘in situ’ a modo de orientación. Un paisaje diferente, lleno de misterio en plenas Visayas (Así le llaman a estas céntricas islas filipinas).
Mil doscientas sesenta y ocho (1268) elevaciones repartidas en tres distritos de la isla y 214 escalones se precisan subir en uno de los cúmulos (destrozando, así, su virginidad natural) para poder observar el resto.
¡Cifras, cifras!.
Siempre son curiosidades y más cuando en uno de los casos (los escalones) el mochilero se entretuvo en contarlos. La otra cifra habrá que agradecérsela a Michael, el conductor que, resignado, le aguantó y llevó.
Pensaba enseñar a este mequetrefe otras plazas que completaban su ‘paquete turístico’, de tonterías y engañabobos, pero se lo prohibió.
- No. Únicamente las “Chocolate Hills”.
¡¡Gracias, Michael!!.
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