28 de agosto de 2011

Koh Panyee, un poblado 'gitano'

El macro-centro turístico de Phuket (Thailandia) ejercía su dañina presión sobre el medioambiente del bello entorno que constituye la bahía de Phang Nga.
Phuket es, por decirlo de alguna manera, ‘la ibiza thailandesa’, y Phang Nga ideal, por la distancia, para la excursión de un día de los inquilinos de Phuket, que llegaban allí en pequeños grupos organizados, ansiosos por pasar una jornada diferente.
[En otro ‘post’ hablará sobre esta preciosa bahía].
Esta inevitable contaminación turística se dejaba notar en el poblado de Koh Panyee, o Gipsy Village / Poblado gitano (dentro de la bahía de Phang Nga), formado por casas de madera sobre pilotes (palafitos) habitados por musulmanes “moken”, en Thailandia llamados “gitanos del mar”, un pueblo que, en otras décadas y asentamientos, vivieron en sus propias embarcaciones.
Koh Panyee está enclavado a la sombra de un gran peñasco/isla lo que le da un aspecto de intermediario humano y viviente entre roca y mar. Acercarse a él navegando en una pequeña ‘longtail boat’ (barcas habituales en la zona) alentaba al viajero insatisfecho. Pasear por sus calles, después de haber evitado el turístico restaurante-vende-todo, daba una genuina y acreditada sensación. Olía a pescado putrefacto, a madera húmeda, a verdura cocinada con raras especias (¡muy fuerte!) internados ya en los palafitos de Koh Panyee. En sus angostas calles, también sobre pilotes, algunos de hormigón, con ambiente abigarrado y con pérdida de cierta autenticidad, se observaba a las mujeres, algunas con su hiyab, vendiendo aparentes alhajas, baratijas y objetos artesanos de todos los estilos mientras miraban con cierto desdén.
Otra vez la contaminación y presión turística que cambia rituales, maneras y costumbres, impedía observar su tradicional y, seguro, fascinante vida real y ancestral.



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17 de agosto de 2011

!Maldito 'tsunami', y maldito Dicaprio!

Ko Phi Phi es el nombre genérico que se da a las islas mundialmente famosas por sus bellísimas playas de arena blanca, sus acantilados sumergidos en el mar, el magnífico azul turquesa de las aguas y bellos fondos marinos.
!!Una paradoja en Thailandia: la protección del medioambiente esta subordinado a los intereses del desarrollo turístico!!.
Si aquel grupo de delfines no hubiera recibido al “speed boat” en el que viajaba, a la entrada de la una de las bahías de las Phi Phi, el viajero insatisfecho recordaría (que lo hará) las islas como unas desgraciadas más de la degeneración medioambiental de un entorno que siempre había sido bello en el “coco” de este cazurro leonés, desde aquel mil novecientos noventa y pocos que las visitara por primera vez.
La lengua de tierra que unía (o separaba) las opuestas bahías de Ton Say y de Loh Dalam, en Phi Phi Dom, entonces, un palmeral salpicado de algún pequeño bungalow, en uno de ellos pernoctó dos noches (ahora, ni rastro de palmeras), se ha convertido en 2011 en todo un pueblo de entrecruzadas calles peatonales, tupidas de tiendas que venden todo tipo de inservibles artículos turísticos. Sus pobladores, o especuladores (lo mismo da), lo llaman ahora, después del desastre, Tsunami Village.
Homenaje?.
Recordatorio?
!!Sinvergüenzas!!
Y sinvergüenza el gobierno “thai” que apostó por el turismo masivo (en España se hizo en los setenta) para destrozar sus parajes naturales más bellos y significativos de la zona del mar de Andamán. Donde este mochilero 
(en mil novecientos noventa y pocos) hiciera rudimentario “snorkeling” y contemplara bellos corales y simpáticos peces “nemo”, ahora (2011) se ha convertido en aparcadero de “longtail boats” y “speed boats”, como llaman a sus manejables antiguas y modernas barcas turísticas. 

!!Maldito ‘tsunami’ que hizo trístemente célebre a Phi Phi Dom y maldito Leonardo Dicaprio que dió relumbrón a Phi Phi Lee (o Let, o Lay, las guías no se ponen de acuerdo) donde rodó su película “La playa”!!.
!!Benditos delfines que con sus joviales saltos, llenos de naturalidad, dejaron un ligero buen sabor de boca al viajero que por segunda vez volvió al destrozado paraíso natural de las islas Phi Phi!!.


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5 de agosto de 2011

Como si no hubiera ocurrido nunca

Hace unos días leía una frase que le recordó a toda una maravilla de escritor. Una frase que venía muy a cuento con lo que hoy va a tratar de adelantar.
Lo que solo ocurre una vez es como si no hubiera ocurrido nunca”. Y eso piensa al emprender un nuevo viaje, o más bien, una nueva ruta vacacional. En esta ocasión, “si, sin su mochila”. Es la segunda vez que visitará Tailandia, para no tener la sensación de ‘no haber ido nunca’.
No es por eso, pero allá va.
Aquellas gentes, en un recuerdo lejano, le dejaron la sensación de paz permanente, de eterna alegría, de silencio cuasi-religioso y de educación desmedida hacia el visitante.
¿Serán los mismos?.
El viajero insatisfecho, no.
El periodo de gran fastuosidad de los tailandeses fue sin duda el siglo XV y XVI cuando Ayutthaya era una capital de ¡un millón de habitantes!. Muchas capitales europeas actuales no eran más que pueblos en esta época en comparación con el poder y la riqueza de Ayutthaya.
Sirva este pequeño apunte histórico para no desdeñar la tradición de un pueblo que ahora mismo es uno de los centros turísticos mundiales.
¿Y este mochilero qué pinta allí?.


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