El templo de Kukulcán
Esté donde esté un
viajero en el Yucatán mexicano nunca olvidará visitar una de las joyas del
imperio maya, Chichén Itzá. O
tal vez, si, pero luego no podrá decir que es un viajero 'trágalo-todo'.
Es tal la
trascendencia que tiene el nombre de estas ruinas que el topónimo de la
población aledaña, a unos centenares de metros, podríamos decir que ha sido
absorbido. Tanto, que el viajero
insatisfecho al escribir estas líneas no recuerda ni cómo se llamaba.
Lo más impresionante
del enclave: el templo de Kukulcán, la archiconocida pirámide
escalonada.
Escuchaba al guía
desde el primer momento con gran atención, pero según iba desglosando la
sabiduría maya y el antiguo ceremonial de los sacerdotes del dios que presidía el sitio, Kukulcán
-una representación maya del Quetzalcóatl de la cultura tolteca-
iba recordando la película Apocalypto, de Mel Gibson. Si bien,
en su momento, recibió las críticas por parte de los descendientes mayas hoy
vivos, estos mismos (guía oficial incluído) al explicar las ruinas cuentan la
idéntica o similar historia que merodeaba en el guión de aquel denostado film.
En el recorrido por Chichén
Itzá, el guía recalcaba mucho la sonoridad del lugar, que fue utilizado
por aquellos antiguos sacerdotes, elevados a la categoría de dioses, para
domeñar al ignorante pueblo maya, repartido por toda la selva colindante;
hablaba de los sacrificios humanos como una manera de infundir miedo en sus
súbditos o enemigos, y del conocimiento astronómico de los grandes próceres
mayas para dominar con sus prediciones (momento ideal para la siembra, o de la
cosecha,….) al resto del ‘populacho’.
Y de esto, también
hablaba la película de Gibson.
Pero las patrañas que
aquellos sacerdotes del dios Kukulcán difundían a su pueblo
continúan. Para mantener al turista dentro del círculo de viajes organizados, a precios de hurto, por una determinada agencia, también los guías turísticos
mexicanos de hoy en día utilizan la mentira, el engaño y el miedo para captar o
dominar al visitante foráneo en los hoteles, sin tener en cuenta el daño que
con ello causan a su hermoso país, propagando supuestos peligros en el exterior
del hotel, donde el extranjero sólo encontrará un pueblo encantador y simpáticas
gentes.
¡Sean malditos!.
Copyright © By Blas F.Tomé 2013
Segunda desaparicion! Hoy no es el dia.
ResponderEliminarKukulcan me ha hechado mal de ojo. Lo dejo, amigo Blas.
Besos
¡No te desanimes, querida 'Igoa'!. El mundo 'blogger' tienes esos borrones y cuenta nueva.
ResponderEliminar[Aprecio tu esfuerzo].
Besos.
Me ha encantado esa comparativa de los sacerdotes que utilizan al "populacho" con la utilización actual de lo mismo por los nuevos sacerdotes de "la iglesia de la nada y la moneda".
ResponderEliminarGracias y saludos.
Ciertamente la Historia siempre se repite...y lo has expuesto crudamente!
ResponderEliminarUn cordial saludo
Mark de Zabaleta
"Los pobres siempre estarán con vosotros..." Y las patrañas también. Las de el otro lado del charco y las de este...que no sé si serán peores.
ResponderEliminarTe acuerdas de aquella canción que decía "y sé todos los cuentos..."?
Pues me parece que siempre hay alguno nuevo para atemorizar y someter al personal. Un abrazo: emilio
Es tan sonoro ese nombre de 'Chichén Itzá' que he tenido que ir a ver al tío cotilla de la 'whiskypedia' (conste que tener un tío, aunque no sea en América es algo que me agrada porque ya no tengo ni tíos, oye…) y preguntarle. Y va, el muy listo, y me dice que es:…. Tata- tachan…. la boca del pozo de los brujos del agua... amos, anda... como mi casa má-menos.
ResponderEliminarMucha patraña, colega, mucha. La patraña nos rodea, los dentistas nos sablean, nos empiezan a poner plástico allí donde antes había… ¿Qué había? Es un decir, no te lo tomes como algo personal.
Pero que me llamen lo que sea, cotilla, mal-queda… cualquier cosa, menos quedarme en la boca con una pregunta que me está corroyendo el alma, o como se llame lo que sea que no es el cuerpo… Blas, querido:
´-¿Quién es el dueño de esas pantorrillas?
- ¿Quién es el dueño de esos hombros?
-¿Qué-tá-pasao…. Pichhhha….?
-¿T´has ensanchao?
-¿Seguro que los cuartos no’ te-se-van´ en gimnasio?
No te veo, mi niño, no te veo. Perdóname la incredulidad pero es un imposible para una ferviente creyente en esa cosa tan rara de que aún existe un hombre en este mundo traidor, el imaginarte siguiendo a guías, gurús, sacerdotes o escuchando patrañas. No, que no pué-ser-que-no. Blaaassss…. Que ya no me quedas más que tú.
Obediente, sumisa…. Me pongo a las teclas. Se me olvidó (no, no se me olvidó que te olvidé) Se me olvidó contar que llevo tres semanas sin fumar y que ¡¡¡toma ya!!! Se me ha quitado el asco que tenía a la cerveza. Si alguna vez vuelvo a viajar seré una viajera común y corriente, como mi Blas, tomaré cerveza, líquido elemento que hay en todas partes.
¿Sabes lo que me ha costado hacer este comentario? Pues será una birria, pero me ha llevado media hora, corazón y lo más gordo del tema…. Que no te digo nada de la peli del Gibson ése… manda cojones, que diría el Trillo (que si no es de tu pueblo, te quedará cerca, porque lo del ‘soy más terco que una mula´, se nota, vaya….), que el niño haga la carrera de periodismo para irse a Méjico de esas trazas y hablarme en un post del Gibson… Si es que. Anda, rey, un besico en las encías para ese león de Madrid o tigre de León o lo que sea que seas después de las cirugías.
Encantada de visitar contigo esa joya del imperio maya.
ResponderEliminarVeo que tu mochila azul resiste el paso de los años. La mía también ;)
Hay "sacerdotes" de muchos tipos. Cuando fui no encontré mucha picaresca, supongo que todo se transforma a peor con el tiempo.
Tendré que ver la peli de Gibson.
Un beso, a tus espaldas.
Olé Blas! Totalmente identificado y en especial con el último párrafo.
ResponderEliminarUn saludo
Hola, viajero! 'Años hace'... (Casi como los de la construcción del templo del imperio maya que por aquí nos dejas).
ResponderEliminarNo me digas por qué, pero aquí me he quedado parada contemplando ese maravilloso y espectacular monumento que tengo ante mis ojos... Más que el monumento en sí, me ha llamado poderosamente la atención esa 'alineación, 'cuasi' perfecta, con la arista del mismo.
Felicita a la fotógrafa!!
Me has dejado intrigada con esos miedos que metían (o meten) en el cuerpo los guías y no precisamente 'espirituales'... Bueno, según se mire.
Voy a darme un garbeo por esos enlaces que nos pones (y que yo llamo 'SÍRVASE USTED MISM@'. Jé!
Y, como dice Nuria, habrá que ver la peli también.
Besotessss, mochilero!, de una siempre 'viajera insatisfecha', pero de tu blog. Así que, cojo mi 'mochi' y andando...
Pilar
PD. Para la memoria... Dicen que los rabos de pasa son una pasada... :)