21 de noviembre de 2025

Masvingo y Gran Zimbabue

Siguiente parada: Masvingo. Una ciudad nada especial, nada notable y menos reseñable como algo interesante, pero cerca de esta ciudad estaba ubicado Gran Zimbabue, declarado monumento nacional en el país. Masvingo era un lugar ideal para hacer noche y visitar al día siguiente el complejo antiguo. Carecía de variedad de hoteles baratos y la oferta en general no era muy atractiva, pero.... no había otra cosa. O lo tomabas o lo dejabas. Al menos era una ciudad pequeña y “manejable”. Tenía, como única atracción, un jardín céntrico con varias máquinas antiguas, expuestas como verdaderas joyas esculturales y decorativas: una antigua máquina de tren y utensilios tradicionales de labranza y cultivo, algunos ya bastante deteriorados.

Máquina, en el parque de Masvingo

El viajero insatisfecho se hospedó en Backpackerst Rest, una de las opciones más baratas y con ese ambiente que desprendía cierta jovialidad. Vio otras posibilidades, pero parecían tener poco ambiente y menos comodidades. Si se hubiera fiado del motorista-taxi se hubiera hospedado en alguna de las guesthouse locales, caras y sin encanto.

Al día siguiente, visitaría Gran Zimbabue.

Se acercó a una de las calles céntricas de la ciudad y allí encontró, y se “empaquetó” en un pequeño taxi compartido que le dejaría en las famosas ruinas.

Pasados los años —este complejo data aproximadamente del siglo XII— aún no se sabía con absoluta certeza la complejidad de la civilización que lo construyó. Aunque eso sí, por los objetos encontrados fueron gentes que se relacionaron con otras civilizaciones y recibieron influencias externas hasta su desaparición, tres siglos después. Impulsada por el comercio suajili de oro, la ciudad debió crecer hasta convertirse en una gran capital religiosa y política, así como un gran centro de cultura. Pero con el tiempo, fue víctima de su propio éxito. Se creía que el impacto medioambiental y el agotamiento de recursos fueron claves en su desaparición.


Muro de piedra, en el Complex Hill


Interior del Complex Hill

Como herencia, unas construcciones en piedra, unidas sin argamasa, que aún se mantenían en pie con cierto esplendor y magnificencia. Las ruinas constaban claramente de dos partes: el Complex Hill y el Complex Valley.

Inició la visita subiendo al Complex Hill, en la parte alta de una elevación desde donde las vistas eran espectaculares: se divisaba a la perfección la magnitud del Complex Valley, un recinto circular muy bien conservado.


Great Enclosure, vista desde el Complex Hill

Paseó por el alto recinto amurallado lleno de recovecos, muros y compartimentos que, debido a ese paseo solitario —sin guía—, no consiguió descifrar cada una de sus posibles utilidades.

Bajó de las alturas para recorrer la otra parte, un recinto circular (Great Enclosure) muy bien conservado, sobre todo su muro exterior. En su interior, la construcción más misteriosa: la Torre cónica, con un supuesto significado fálico.


Torre cónica, en el interior del Complex Valley

En los alrededores, se podía admirar también una aldea reconstruida karanga, donde alguna gente local ofrecía una exhibición de bailes tradicionales. También, poseía un pequeño museo, donde había varios materiales encontrados en excavaciones, y por los alrededores.

Se podía pasar perfectamente una mañana visitando la zona, sin prisas y admirando piedras, y sus construcciones.


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8 de noviembre de 2025

Mutare / Zimbabue

Jacarandas, en Mutare

Una vez conocida y reconocida Harare, el próximo destino sería Mutare, en la frontera con Mozambique. El autobús que le trasladaba hizo un recorrido bastante rápido y cuando desde lo alto de una pequeña meseta divisó la ciudad al fondo le pareció muy colorida. Era la época de la floración de los jacarandas, árboles muy africanos de flores violetas que, salpicados por las diferentes partes de la ciudad, generaban un agradable panorama, divisado desde lejos. El viajero insatisfecho comenzó a denominarla para sus adentros la “ciudad de los jacarandas”, aunque en el devenir del viaje otras poblaciones se merecerían el mismo calificativo.

Consiguió una guesthouse ligeramente apartada del centro, con lo que la tranquilidad era una de sus cualidades. Estaba situada frente al Mutare Sport Club, un club deportivo multiusos, donde se celebraban, según pudo saber, partidos de rugby. Tenía éste un pequeño restaurante en una de las esquinas, donde a la sombra de unos árboles —pinos, cree recordar— comió en dos ocasiones. La localidad, aparte de ser una ciudad fronteriza con Mozambique, no tenía especiales atractivos. Bulliciosa en la parte central, donde el mercadeo de todo tipo de productos era santo y seña de la población.


El V(B)iajero Insatisfecho, cerca de las cataratas Mutarazi

Con Víctor, el jardinero de la guesthouse, a quien utilizó como guía, organizó una excursión para conocer las cataratas Mutarazi. Después de un largo trayecto en un transporte local hasta una pequeña población, las cataratas estaban situadas en una alejada zona solitaria. Era necesario alquilar un transporte individual para trasladarse hasta allí: unos 20 kilómetros por un camino de tierra y baches. Y eso hizo. Fue un lento trayecto entre espesa vegetación y bordeando laderas pobladas de pinos y eucaliptos. Algunas de estas, ya taladas recientemente y, otras, en proceso de tala en aquellos momentos.
A unos centenares de metros de las cataratas Mutarazi

Cuando llegó hasta allá, en un no precisamente barato recorrido, se encontró con una espesa niebla asentada en la zona. Caminando por la estrecha senda que llevaba al salto, durante los últimos centenares de metros, la humedad se palpaba en el ambiente y la espesa niebla penetraba en las carnes de este mochilero. El día era también espeso, con varios conatos de lluvia. Después de esperar un buen rato para ver si aclaraba, abandonaron el lugar sin poder ver la catarata.

Después de alquilar un transporte para esos últimos kilómetros, que una densa niebla imposibilitara la auténtica panorámica, le resultó una experiencia un tanto decepcionante.

Todo un día perdido.

Niebla densa en las cataratas Mutarazi



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