No entró nadie.
Vang
Vieng era una pequeña ciudad a medio camino entre Vientiane (la capital) y
Luang Prabang (ciudad turística del país), Patrimonio de la Humanidad, por la
UNESCO. En un principio, hace años, Vang Vieng fue un lugar que ocuparon los
mochileros seducidos por los bellos parajes de montañas de piedra caliza y
arrozales, con multitud de cuevas, caminos para explorar y el río Nam Song, con
muchas posibilidades para el baño y otros deportes acuáticos, como el tubing. Con el paso de los años, se
popularizó entre los mochileros y jóvenes que lo convirtieron en
lugar-turístico-de-borrachera. Contra esto el gobierno laosiano había
conseguido luchar, pero aún la ciudad se mantenía y se expandía con multitud de
posibilidades turísticas, mal llamadas “de aventura”: tonterías para que cuatro
jóvenes (muchos coreanos) perdieran el tiempo y se distrajeran en sus
constantes ratos de ocio.
El paisaje merecía la pena. Las bellas y escarpadas montañas contrastaban con la pureza y uniformidad de los arrozales. Tomó una habitación en un tranquilo hotel-guesthouse dispuesto a pasar algún día por la zona. Y así fue. Animado por las panorámicas que desde la terraza de un bar observó nada más llegar, decidió pasar al menos dos días exploratorios. Alquiló una pequeña moto con motorista-guía incluido y recorrió campos de arrozales, subió a miradores y se internó en alguna que otra cueva, de las muchas que por allí había. La mayoría de ellas, rescatadas para su beneficio por el "clero budista". Algunas, en su interior, con altares e imágenes, veneraban a Budha.
En la única ascensión que hizo -por cierto, con mucha ‘trabajina’- se encontró, en lo más alto y entre unos peñascos, una moto anclada a las rocas, a modo de mirador. Hizo varias poses para el recuerdo, pues el sitio y el marco tenían realmente una fotografía.
Vang Vieng era un lugar tranquilo para paseos, para perderse entre arrozales y con posibilidades de tomar cervezas a discreción, en la variedad de sencillos bares y restaurantes por toda el área urbana y, también, alrededores.
Copyright © By Blas F.Tomé 2022
Querido viajero. Aparte de tu fiel compañera (que siempre viaja a tu espalda, e imagino que vendrá llena de sensaciones y recuerdos), imagino que tus ojos se llenarán también de impresiones con esos espectaculares paisajes tan dignos de inmortalizar con poses para recordar siempre el momento ... ¡Guauuu!☆
ResponderEliminarMe sigue pareciendo 'raro' esas poses, poco habituales en los que conocemos, de los budas reclinados 'a lo dolce farniente' . Jé.
Preciosas fotos con esas montañas de fondo y cueva que, será por las fechas..., me ha recordado a un nacimiento (aunque el niño está crecidito). :))
Por cierto, ¿la moto anclada a las rocas, sería de algún mochilero tan inquieto como tú?
¡Espectacular foto!! (☆_☆)
Besotes.
ResponderEliminarHola Blas: De la lectura de tu paso por Vang Vieng saco una certeza y alguna(s) duda:
Certeza: tu "simpatía" por el turismo de aventura (Ya en anteriores ocasiones hemos comprobado que te encanta el turismo de masas).
Dudas:
1. No sé si estás delante o detrás de una cerveza. Según lo veo yo, las montañas están delante de la cerveza y la cerveza, delante de tí.
2. El Buda está reclinado o recostado?
Bueno Blas, espero que cuando leas este comentario estés de buen humor...
Un abrazo
PD. Dile a Pilar que estoy muy enfadado con ella porque hoy ha llegado antes que yo :)
- Ni "p'a ti, ni p'a mi": "Ante una cerveza,....." (ji).
ResponderEliminar- ¿Reclinado o recostado?: Tengo mis dudas. ¿Podrían ser sinónimo?. Por tu pregunta creo que estas más (o eres más partidario) por "recostado". Pues, mira..., yo también.
Un abrazo, 'inspirado Emilio' (No te pillaré recostado, ¿no?).
PD. Espero que mi amiga (y tuya) Pilar lo lea.
Así, sí: ante una cerveza.
ResponderEliminarReclinado no es sinónimo de recostado y no, no estoy recostado. Estoy sentado.
No seas rencoroso :) y díselo de viva voz.
Pasaba por aquí y creo que me he perdido algo... ¿Nuestro querido viajero enfurruñado 😠?
ResponderEliminarBueno, espero que el espíritu navideño se apodere de él y no deje de sonreír. (Je, jé)
Y cambiando de tema... Yo siempre he pensado que reclinado era estar arrodillado. ¿No recordáis los antiguos reclinatorios que habían en las iglesias? Quizás sigan estando en algunas, no sé. Así que, lo del 'buda reclinado' me da que no va a ser. Recostado puede... :))
EMILIO, en este post te he adelantado, sí. En el próximo espero a tu llegada. :)) 😊
FELICES FIESTAS para los dos, las paséis de pie, tumbados o reclinados. 😉
Besotesss
Uyyyy, de anónimo nada, c'est moi!!
ResponderEliminarPues, de verdad, puse RECLINADO sin pensar. Pero ahora que entramos en polémica (ji) creo que tenéis toda la razón. He visitado "San Google" (supongo que vosotros también) y dan como bueno lo de "Buda reclinado", pero -insisto- sería más partidario -como vosotros- de llamarle "Buda recostado", incluso "Buda acostado".
ResponderEliminarOs merecéis, por aguantarme, unas FELICES FIESTAS y no cejéis el PRÓXIMO AÑOS en manteneros a mi lado.
¡Os quiero!.