“Después de comer, el viajero, que ha
vuelto al terreno llano, despide a Quico y a su mula ‘Jardinera’, se echa a la
sombra y se tapa lo ojos con el sombrero. Poco más tarde está profundamente
dormido, con un sueño suave, fresco, confortador.
Cuando se despierta se incorpora, se
estira un poco, carga con su morral y sigue adelante. Ha debido pasar bastante
tiempo porque Quico y su mula ‘Jardinera’ están ya al otro lado de las Tetas,
no se les ve por lado alguno.
Una mujer lava en silencio, con la
cabeza al aire bajo un sol de justicia. Es el mediodía. El silencio es
completo, no se oye más que….”. Así, con esta
sencillez de novato viajero escribe Camilo José Cela su “Viaje a la Alcarria”.
Impresiona, si, su sencillez y su descripción pausada, nada extravagante o pretenciosa.
Le gusta esa simplicidad, casi ingenuidad, al viajero insatisfecho. Muchas veces uno mismo piensa que necesitaría
otro lenguaje para contar sus vivencias pero, siempre, fueron elucubraciones
pasajeras, nada firmes. Este mochilero para construir las secuencias reales se
apoya en los hoteles que utiliza, en los autobuses que toma, en el color de las
paredes, en lo salvaje de la naturaleza, en la cara de la gente que cruza, en
lo que lee, en lo que vive, en ese paseo precipitado o en ese trasnoche sin
justificar. Solo así se siente a gusto con sus descripciones. El otro día salía
solitario por un campo de hilagas/aliagas, matorrales agostados, carrascas de bellotas
a punto de explotar, y cuando paseaba tranquilo se fijaba en todo y pensaba en
lo fácil que sería contar todo aquello. Viajar es, quizá, eso: algo fácil de
contar.
Y así, de pronto, se acordó de aquel día que vio en Tailandia a un adolescente
avanzar por un camino, entre sombras y destellos de luz, que llevaba a la
frontera de Birmania. ‘Allá, al fondo,
esta Birmania’, le dijo el motero que le acompañaba. Entró en Birmania sin
entrar. Visitó el país sin ver. Destruyó un régimen sin luchar.
¿Veis
que fácil es contar un viaje?.
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F.Tomé 2015
Pues no estoy de acuerdo, ni tu tampoco. Jajaja! Se ve! Ah, y antes que se me olvide, no entres en mi casa con la "B", que luego tengo que buscarte por otros lares.
ResponderEliminarQue divertido! Mira, el otro dia buscando algo en Espanol en la biblioteca del Lycee me tope con el inclito Cela. Es una coleccion que nos mandaron de la Embajada de Delhi, y que la verdad, yo no habia ni hojeado.
Cogi uno al azar, que resulto una serie de escritos a quemaropa para una revista...
La verdad es que me estoy riendo sola en medio de repeticiones inoportunas...
Claro es que con tanta produccion...
Sera telepatia?
Nada, tu sigue con el estilo bushotelaventuristico, que es es tuyo. Y gracias!
Besos
Vamos a ver, mi 'maharaní Igoa'. Dentro de tu "Lista de blogs", en la columna de la derecha de tu blog, me tienes (por cierto, el último). Lo mismo que yo te tengo a tí en mi lista, y por ahí suelo ir. No me tienes que buscar en otros sitios, si no quieres, claro. Besossssssssssssssssssssss.
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ResponderEliminarPara que te enteres yo de YO no te he puesto el ULTIMO QUE SU MERCE SIEMPRE SERA EL PRIMERO EN EL REINO DE LOS CIELOS...
ResponderEliminarY lo que pasaba, me explico, es que ese link no me funcionaba y tenia que irme a casa de otros amigos a buscarte, puesto que a ti se te habia traspapelado mi direccion. Es eso, no?
Pero hoy estoy exultante! que dirian los franchutes. Fijate que ayer me llamo nuestra Gloria bendita por SP y estuvimos hablando un buen rato. Me puso los dientes largos anunciandome su posible venida...Sera la buena, esta vez? Esperanza.
La vi muy bien y animada. Asi da gusto!
Ultima informacion. Tu link me funciona ahorita mismo. No hay como dominar la tecnica, que no es mi caso. Jajaja!
Besos