Sencilla casa de un 'Ngobe-buglé'
No conviene -cree-
mitificar la pobreza, utilizarla reiteradamente como arma descriptiva o abusar
de su sinsabor, aunque escritores o periodistas de prestigio hayan sido fieles
al asegurar que ella forma parte de sus mejores tareas.
Ryszard Kapuscinski, uno de los grandes maestros del
oficio, confesó en una ocasión que en el núcleo de todos sus intereses
informativos siempre se encontraban los pobres: “Cuando empecé a escribir sobre estos países, donde la mayoría de la
población vive en la pobreza, me di cuenta de que aquel era el tema al que
quería dedicarme. Escribía, por otro lado, también por algunas razones éticas:
sobre todo porque los pobres suelen ser silenciosos. La pobreza no llora, la
pobreza no tiene voz. La pobreza sufre, pero sufre en silencio. La pobreza no
se rebela”.
Y aunque sea de
manera indirecta también tiene que ver con la pobreza lo siguiente: A este
mochilero le sorprende que, en ciertos círculos, en concreto sudamericanos, se
ofendan cuando se les pregunta por las etnias de su país, quizás porque
identifican ‘etnia’ con ‘pobreza endémica’ o con pobreza que humilla.
No. Etnia es una
afinidad racial, y la negación de ello es no querer ver diferencias, por
ejemplo, entre un aymara, un kuna, un inca, un taíno o un emberá.
Cree, sí, que lo que
desprenden estos ofendidos -miserables ofendidos- es, en cierta manera, una
total falta de apego a su pueblo, a sus tradiciones y a su cultura histórica.
No siempre mencionar una etnia es una referencia a su pobreza implícita sino
más bien a su orgullo como pueblo o a su defensa de las raíces que le son
propias.
El viajero
insatisfecho rompe una lanza por desmitificar la pobreza y, también, por
defender el empoderamiento de los diferentes pueblos o etnias dentro de la
estructura social del país en el que surgieron.
Copyright © By Blas F.Tomé 2013
Conozco relativamente bien ese "no querer ni hablar" de las etnias de sus países en Sudamérica, incluso muchos "no étnicos", o criollos de una u otra forma, no conocen las áreas de sus propios países en los que viven las etnias originarias. En esa contradicción terrible viven muchos con su mirada puesta más en Estados Unidos que en la propia realidad de sus países.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Interesante tu entrada. El palafito de tu imagen, con las maderas podridas, es un buen ejemplo de pobreza y precariedad.
ResponderEliminarPara mi las etnias son rasgos característicos que comparten determinados pueblos, y no pueden negarse.
Puedo entender (que no compartir) el rechazo de algunos de la pobreza. El maestro Kapuscinski dio voz a todos aquellos que se cruzaron en su camino.
Un besazo, desarmada.
Pienso yo, amigo Blas, que se debe prestar voz a los pobres silenciosos/silenciados, aunque no airear sus miserias.
ResponderEliminarEn cuanto a tu "ignora-etnias originarias"... Muchos de esos europeos (principalmente)desearian que esas etnias no existieran y los mestizos (algunos)se arrancarian hasta el alma originaria.
Besos
Creo que Igoarinon lo ha dicho perfectamente: hay que dar voz a los pobres...sin airear sus miserias.
ResponderEliminarEn cuanto al tema de las etnias, si te soy sincero, me parece como el de las fronteras: un invento para encerrar, aislar, dividir y enfrentar al género humano. Un abrazo: emilio
Hola Viajero: supongo que te agradará saber que el profesor Valverde Ha contestado a uno de tus comentarios. Saludos!
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