7 de septiembre de 2024

El Lago Aral / Uzbekistán

El terraplén formado en el lago Aral

La evocadora historia de la Ruta de la Seda comienza en un remoto pasado y se prolonga durante siglos hasta el momento actual. Es el nombre con el que es conocida desde el siglo XIX una extensa red de rutas comerciales terrestres, desde China hasta la costa oriental africana y Constantinopla (ahora, Estambul).

Samarcanda, Bujara y, también, el valle de Ferganá, son algunas de las etapas de un viaje milenario que ha llegado hasta nuestro presente. Estas famosas etapas o localidades están ubicadas todas ellas en el actual Uzbekistan. ¿No parecería suficiente motivo para que el viajero insatisfecho iniciara un “viaje de conocimiento”?

[¿”Un viaje de conocimiento”?: no pretende ser un iluso explorador, pero sí quisiera conocer algo esencial de esta ruta].

Aterrizó en Taskent (Uzbekistán), pero como su plan era llegar hasta Jiva, organizó el trayecto evitando que fuera una ida y vuelta repetitiva: pisando los mismos sitios en tren o en bus en ambos sentidos. Decidió tomar un avión doméstico hasta Urgench, ciudad vecina de Jiva. Haría, así, un único viaje de vuelta por medios terrestres conociendo las renombradas ciudades de Jiva (o Khiva), Bujara (o Bukhara) y Samarkanda, y tal vez, Shahrisabz, población donde en el siglo XIV había nacido Tamerlan, hombre histórico y clave en la zona. Un gran conquistador de la época.


Monumento-homenaje al lago Aral

Una vez en Urgench, como un primer recorrido inicial, organizaría un viaje relámpago hasta un lejano lugar del que había oído una triste historia: la extinción del lago Aral, al menos, en gran parte. Se trataba de ver in situ la terrible situación del lago, o lo que quedara de él, y hacer la foto de rigor. Para ello tomó un transporte particular hasta la ciudad de Moynaq, aledaña al lago seco. Negoció y regateó un vehículo con conductor y lo arregló por 80 euros, no excesivamente caro pues eran más de 350 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Hacerlo en transporte colectivo local (no había muchos) le hubiera llevado, al menos, tres días. No quería perderse la imagen de esta barbarie cometida a finales del siglo XX y principios del XXI: un lago Aral extinguido por la ambición e inconsciencia soviética de implantar en la zona el cultivo masivo de algodón, gran consumidor de agua, y motivo principal (además, de otros) de que este histórico lago hubiera casi desaparecido. Y era verdad, en la ruta, pudo ver grandes extensiones de algodón.

Le venían al recuerdo las clases de geografía, cuando estudiaba en la escuela, a finales de los 60 del siglo pasado, y el maestro lo señalaba con el puntero en aquellos viejos mapas enrollables.




Barcos oxidados, en el fondo de lo que habría sido el lago Aral

La población de Moynaq era un conjunto de casas a ambos lados de la carretera que llevaba al antiguo puerto fluvial del lago, ahora, inexistente. Desde lo alto del terraplén, formado por la falta de agua, pudo ver varios oxidados barcos, grandes embarcaciones de pesca varadas en la arena a merced del sol abrasador. Un sol desértico y asfixiante. Recorrió los fondos areniscos del lago y fotografió los restos de las embarcaciones. Un monumento, en forma piramidal inclinada, homenajeaba al lago, o lo recordaba, pero el hecho evidente era que el inmenso lago había desaparecido.

Algunas noticias recibidas a posteriori de otros viajeros decían que, en la parte opuesta a Moynaq, ahora territorio kazajo, el lago se estaba recuperando un poco. Parecería una buena noticia, aunque este mochilero duda de su veracidad al completo, visto lo visto en Moynaq.


Campos de algodón, en la ruta hacia el lago Aral


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9 comentarios:

  1. Hombre, Blas, por fin noticia de Uzbekistan, aunque la desertización del lago o mar de Aral es muy penosa. Ya sabes que en ocasiones hablo de la sequía que padecemos por el sur y temo que con Doñana pase algo por el estilo.
    Y hablando de estilo, has tardado quizá un poco más en hablar de Uzbekistan en un intento de ir introduciendo ciertos cambios de estilo?
    Un joven abrazo 🙂

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  2. ¡Hostiás! ¿Quieres decir que he cambiado de estilo? ¿Y te gusta más o menos?. Bueno, si te digo la verdad no ha habido ningún intento de cambiar de estilo, y no sé dónde lo has podido apreciar. Pero si tu lo dices.....
    Cuenta!.
    Un abrazo.

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  3. Bueno Blas, lo primero: es una pregunta. Lo segundo: hablo de un intento. Lo tercero no sé si la palabra estilo es la correcta.
    A lo mejor es una peli que yo me he montado, pero me refiero sobre todo a los dos primeros párrafos y a la frase entre corchetes. Ahí hay algo nuevo o es mi peli?

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    1. Bueno, don Emilio, creo que con los primeros párrafos, trataba de justificar un poco mi viaje al país, o poner una mínima idea, sobre la mesa, de lo que el país podría ofrecer a un personaje como yo. Pero veo que lo hice de tal forma que lo viste como algo distinto. ¡Perfecto!.

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  4. Buenísimo post. Este está redondo, con la descripción de la ruta de la seda y el lago Aral. Magnífico. Todo un lujo de viaje. Mis aplausos.

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  5. Querido viajero, tiene que ser impactante ver (y, a la vez, reflexionar) como esos barcos oxidados fueron pico a poco "tocando fondo"... De lo que fue el mar de Aral y en lo que ha quedado... Donde hubo tantos kilómetros de agua y ahora un desierto absoluto. Es triste pensar en tantas especies marinas que desaparecieron por esas mentes tan 'inteligentes'... Y, triste pensar que no se pueda recuperar.
    Todo esto me hace pensar en el cambio climático actual y los que no quieren verlo...
    Blas, cómo suena eso de "siglo pasado", pero, así es... Y parece que fue ayer cuando estudiábamos geografía y los mapas...

    Besotes.

    EMILIO: No sé si es un cambio de estilo. Yo creo que se está tomando más tiempo en documentación (datos) para que tú y yo no tengas que ir tanto "al libro gordo"...😀
    Abrazos.

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  6. *poco *tengamos
    Mi corrector pone lo que quiere. :/

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    1. Que se documente todo lo que quiera. Yo seguiré acudiendo siempre que pueda al "libro gordo" porque es otra manera de viajar :) Bss

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    2. Ya lo creo. Y de qué manera se viaja... ¡Al detalle!! Y gratis :))

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