Se
llegó a pensar que la especie había perecido durante la guerra angoleña, pero
en 2004 un equipo de investigación de una Universidad angoleña consiguió grabar
a una manada de palancas negras gigantes en el Parque Nacional de Cangandala.
El
viajero insatisfecho estaba en
Malanje, cerca de este Parque Nacional ¿qué le impedía acercarse por allí y
tratar de divisar, fotografiar y disfrutar de la palanca negra? Había ya
visitado las cataratas de Kalandula y su poco organizado plan viajero pasaba
por tratar de conocer de primera mano a este animal, como quien trata de
conocer a un león, un elefante o a un guepardo: verle desde la distancia y con
la seguridad que da ir en un 4x4, algo imprescindible en la mayoría de los
parques del mundo.
Se
informó en Malanje sobre cómo acercarse a la población de Cangandala, puerta
del parque. Tomar un transporte local resultaba ser el método más barato y
eficaz de llegar. Se subió a aquel autobús, cargado hasta los topes de gente del
lugar, a una hora más bien temprana. El trayecto de unos cuarenta kilómetros
fue relativamente rápido. Una extensa sabana, de verde vegetación y hierbas
altas, se veía desde las ventanillas del autobús, salpicada de vez en cuando
por pequeños pueblos de chozas de barro y techos de latón. Como el sol lucía entonces
con especial fuerza, las paredes de las cabañas mostraban un bello color
rojizo.
Una
mujer que viajaba al lado, trabajaba en el centro de recepción de visitantes
del parque, lo que le facilitó a la llegada la localización del lugar. Le
acompañó. Allí, en el centro especial, un amable encargado, en un perfecto
español, le informó de la imposibilidad de visitar el Parque Nacional, por tres
motivos:
-
Las recientes lluvias convertían en intransitable el camino de acceso.
-
La palanca negra era imposible divisar en ese momento, debido a las hierbas
altas y el resto de la vegetación, frondosa por las recientes lluvias. Además, ese
antílope no se acercaba a beber agua a los lugares habituales pues disponía de
ella en multitud de sitios alejados.
-
El parque nacional permanecía cerrado hasta julio (entonces, era mayo).
Dio
una pequeña vuelta por Cangandala, un pueblo cuidado y con relativa imagen de
progreso, y regresó a Malanje.
Para otra ocasión.
Copyright © By Blas F.Tomé 2023
'Palanca negra', si no es por la foto que dejas al inicio, no habría pensado que se trataba de un animal y por cierto, es precioso. Un buen ejemplar! No sé si parecerá lo mismo en las distancias cortas... :))
ResponderEliminarViajeto 'incansable', me extraña mucho que no te informases antes de si estaba cerrado o abierto el parque y por qué la persona del bus, que trabajaba allí, no te lo advirtió. 🤔
Bueno, nada, una que es curiosa. 🤷
Besotessss
P.D
Emilio, siento la delantera. 🤭
Si, amiga Pilar. Si me lo advirtió. Me dijo que estaba cerrado, y si llevaba "papeles". Pensé que a lo que se refería era a si llevaba el pasaporte y visado. Nada más.
ResponderEliminarPero no.
De todas las maneras cuando peleas con esta gente, siempre tienes que ir precavido ante cualquier tipo de cambio, dependiendo de no se que cuestiones.
Besos.
PD. No habrá 'enfado' de Emilio, creo, o eso quiero pensar.
Dice David Jiménez en su libro "Los diarios del opio" que los recuerdos que más perduran de nuestros viajes suelen ser los peores. Y yo te pregunto, Blas: ¿Pasado un cierto tiempo que recordarás de Angola, las cataratas o este intento frustrado de "acercarte" a este antílope?
ResponderEliminarPor cierto, si tienes ocasión, échale un vistazo al libro que te indico. Davis Jiménez fue corresponsal en Asia durante 20 años y va enlazando sus vivencias con la vida y obra de autores como =rwell, Kipling Conrad, Somerse Maugham, A. David-Neel, M. Gellhorn, Graham Greene, M. Leguineche o T. Terzani.
Un abrazo
Pilar y Blas: ¡Encantado!
Emilio: ¡Mucho gusto!! 🤝
ResponderEliminarO, como decía el título de la gira de conciertos de Serrat, Miguel Ríos, Ana Belén y Víctor Manuel. (Y con permiso de Blas)
¡El gusto es nuestro'!! 🎤
🎶🎶
En qué estaría pensando ( o cantando) para entrar como anónimo. 😉
ResponderEliminarAmigo, Blas, compruebo que tampoco se publicó el comentario que te ponía...
ResponderEliminarBueno, más o menos, y resumiendo:
te comentaba que ya me parecía raro que la trabajadora no te dijese nada. Lo que no sé a qué papeles se referiría. Alguna información imagino.
Lo bueno de no llevar demasiada prisa en los viajes, es disfrutar del camino, aunque en este caso fuese de ida y vuelta. Los paisajes siempre merecen la pena.
Y, como bien dices, 'para otra ocasión sera'. Besotes.
Emilio: Lo del libro yo también me lo apunto. Gracias. Un abrazo.
Lo tengo en pendientes, Emilio. Te entiendo porque a mí me pasa lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo. Y, feliz verano!! Lo más fresquito que puedas.