La
parada en la ciudad de Muhanga/Gitarama fue imprevista y únicamente para curiosear lento y visitar
la zona, ¿habría algo interesante? Nada especial que hacer y nada especial en
sí misma como ciudad céntrica del territorio ruandés, pero no se debía desperdiciar
nada en estas visitas mochileras. Por un motivo u otro podían sorprender. ¿Necesario
para emprender un recorrido?: Mente abierta y decidida, nada mejor que dejarse
fascinar por lo imprevisible.
Desde donde se hospedaba, con una moto-taxi se acercó a conocer la Catedral de Nuestra Señora (Cathedral of Our Lady, decía el libro-guía). Nada singular, pero esta construcción de ladrillo visto se parecía mucho al edificio religioso de Butare, aunque más estilizado y moderno. Al lado tenía uno de los muchos hoteles llevados por comunidades religiosas, pero éste sí fuera de su presupuesto: más caro y moderno que los utilizados en otras ciudades. Entró dentro de la catedral, sacó unas fotos y desde allí, una vez descendido por el cementerio inclinado, ubicado en una ladera, se acercó a los campos de arroz cercanos a admirar el verde intenso que en aquel momento lucían. Habló con una joven local, vestida de un rojo intenso, que circulaba en su misma dirección, receptiva a los comentarios intranscendentes, a las sugerencias picantes y a los amagos de entablar un mayor conocimiento personal. Todo se diluyó con los pasos precipitados de la joven que tenía sus compromisos sociales cerrados, pero la charla motivó risas y entretenimiento a ambos caminantes.
Paseos, largos paseos sin rumbo, uno de los grandes placeres. Las cosas importantes, si las hubiera, siempre podían esperar. Y en esta ciudad, nada parecía tener un contenido sensacional. Una sala de artesanía que pretendió visitar luego, estaba cerrada por falta de afluencia, aunque se mostraron dispuestos a abrir más tarde para enseñársela a este mochilero. No fue preciso.
Al día siguiente se iría, con la satisfacción de haber conocido otro lugar ruandés. Otro rincón de vida.
Copyright © By Blas F.Tomé 2022
Así me gusta, Blas: curiosear, sí. Pero lento. No hay que desperdiciar la más mínima ocasión. Nunca sabemos dónde puede saltar la liebre. La catedral por fuera no es precisamente la de León, aunque como no pones ninguna foto del interior, a lo mejor tenía algo interesante.
ResponderEliminarMe da la impresión de que esos hoteles de las comunidades religiosas tienen algo en común con nuestros colegios privados: son solo para los que pueden pagarlos.
Comparto que los paseos (algo que casi se ha perdido, sustituido por el gimnasio) son uno de los grandes placeres. Particularmente, me gustan con rumbo.
Un abrazo!
Tus deseos son órdenes, querido Emilio. Aquí va una foto del interior, pero sigue "sin ser León".
ResponderEliminarUn abrazo.
🙂
EliminarAmigo Blas, hay que curiosear lento pero con paso largo, que las ruandesas vuelan... Un abrazo!
ResponderEliminarRuanda!!! El VI no se desanima...
ResponderEliminarSí, me pasó igual con Muhanga. Me preguntaba qué coño había ahí. Leí que estaba la prisión más peligrosa del mundo pero porco sobre la segunda ciudad de Ruanda. Y tiene su cosa interesante como la iglesia que visitaste , el cementerio más bajo y un bonito paseo por los arrozales de la zona. Pasé un día y creo que no estuvo mal. También me acuerdo de ese minero esposorizado con billetes en la mano que no sé qué pintaba en esa rotonda. Curioso cuanto menos. Un saludo. carlos
ResponderEliminarMe gustan esas caminatas sin rumbo, donde dejamos a nuestros pies que nos lleven... (aunque a ti, por lo que cuentas, te guiaron más los ojos ... (@_@). (ji,ji) )
ResponderEliminarPues, no, tenéis razón las dos, no se parece en nada a la de León. La decoración interior con las banderitas y bandas, no sé si sería por algún festejo, pero, a mi modo de ver, queda un poco feria de abril, ¿no?.
No me imagino la catedral de León así... Pero, eso es lo bueno de ser un viajero insatisfecho trotamundos, conocer otros países, costumbres y culturas...
Pedazo de 'fajo' de billetes que lleva el minero en su mano. ¿Día de paga? ¿O son papeletas? ¿No nos comentas sobre él?
Terminas diciendo: 'otro rincón de vida' (justo encima de la foto del cementerio)..., te ha faltado poner en el cierre, 'de vida y muerte"..., (aunque no sé si lo habrás hecho a propósito por ese contraste de frase y foto...)
Besotessss