-Elefante, al fondo, y japonesa, espécimen también abundante-
El tan cacareado Parque Nacional de Yala por los
libros-guías de Sri Lanka, y en especial por la ‘lonely’, decepcionó a este mochilero. En sus adentros, una vez
realizada la visita, pensó que para el que conociera alguno de los parques
nacionales africanos, la aventura en el Yala le iba a resultar un poco pobre,
al menos en cuanto a animales avistados.
-Cocodrilo-
El centro de operaciones para hacerle una visita era la ciudad de Tissa
(hay otras), tranquila ciudad cercana y
con la suficiente oferta de guías con sus 4x4 para poder cumplir con el
objetivo de la aventura. El viajero
insatisfecho llegó a Tissa después de varias horas de
autobús desde las tierras altas de Sri Lanka, concretamente de Haputale,
y no directamente pues tuvo que hacer transbordo en un pueblo que no recuerda.
Toda una mañana, y parte de la tarde, de ‘curveteo’ en un autobús local, le
posibilitó conocer todos los parajes de paso con cierta lentitud y parsimonia.
Pueblos y más pueblos, cascadas, bosques interminables, curvas, montañas verdes
hasta su cima y, sobre todo, paradas y más paradas para bajarse o subirse
la gente local. Al fin y al cabo era su medio de transporte no el de este
intruso leonés. Nada más parar el autobús en la ciudad de destino, un joven
caza-mochileros le abordó. ¿Qué mochilero se acercaba a aquella ciudad y no
visitaba luego el Parque Nacional aledaño?. Y al mochilero que tenía delante de
él le veía despistado y con cara de necesitar información, como así era. A
través de este jovenzuelo consiguió un hotel barato y mediante él cerró el
trato para recorrer al día siguiente el Yala. No era la mejor época del año,
pero el agente turístico casi garantizaba el avistamiento de algún leopardo, y
el resto de animales, por supuesto. La ‘lonely’
también consideraba a Yala como “uno de los mejores parques del mundo para ver leopardos”.
No hubo suerte con este felino.
-Gallo de bankiva-
En el parque se estimaba que habitaban unos 300 elefantes salvajes “pero
que pueden ser escurridizos”, según el libro-guía. También había osos de pelo
negro [fotografía], peludos osos perezosos, chacales, sambares (parecidos a los gamos),
chitales (también parecidos a los gamos pero moteados), jabalíes, búfalos,
mangostas, gallos de bankiva, pavos reales, monos, y unos cocodrilos
“asombrosamente grandes” (tampoco era para tanto y, además, se veían muy
lejanos). Fueron cuatro horas completas, con un breve descanso, dentro del
parque y la suerte (con la que siempre hay que contar para poder ver animales
en la más absoluta libertad) no fue muy propicia.
Otra
vez será.
-Oso de pelo negro-
Copyright © By Blas
F.Tomé 2015
Lo de ver animales en libertad es dificil, yo creo que siempre. Pero eso es casi cuestión mas de suerte que otra cosa. A mi me fastidia mas cuando fotografos de la naturaleza y documentalistas mienten. Cuentan sus experiencias y la mayoría son tan mentiras como las de el cazador.
ResponderEliminarPero bueno, esto daría para mucho hablar. Y el resumen es que hay que cargar con mucha artillería y conocer a los animales. Y suerte claro
Bueno, bueno, quizá no sería el mejor parque para ver animales, pero el camino que describes en aquel autobús local me parece que sí que fue especialemnte interesante. Y ya sabes de sobra que el viaje no es llegar sino hacer el camino...
ResponderEliminarGracias y saludos.
El agente turístico y las guías saben vender bien la moto, Blas. De todas maneras, aunque te veo un pelín decepcionado por la visita al parque de Yala, parece que fue más interesante el camino recorrido ( a pesar del curveteo) que el propio parque en sí: como la vida misma!
ResponderEliminarUn abrazo: emilio
Y el ilustre leones se dedica ahora a poner su membrete, bien clarito, en sus posesiones japonicas? Jajaja! Te ha quedado reque!
ResponderEliminarEso de los parques ya se sabe...De no ser esos medio industriales, es dificil ver animales "interesantes" aparte bufalos, cabras y sus clones.
Y no me hables de esa industriaguia, que cada vez esta menos actualizada, por no decir patrocinada. Tras las ultimas traiciones, no volvere a comprarla.
Esos viajecitos en bus me los conozco bien, muy exoticos las primeras veces, luego, el tiempo les quita poesia y aparece la realidad en todo su cutre esplendor. O no?
Besos y...por donde anda su merced?
Has puesto tu esa publi de montanas que no deja publicar el comentario? Hay que ir a "vista previa".
ResponderEliminarMas besos