-Elefante-
No pensaba acercarse al Parque Nacional Chobe, en Botswana, desde la ciudad de Livingstone, en Zambia. Pero todo eran facilidades: la frontera
con Botswana no estaba lejos; los taxis compartidos acercaban al visitante a la
ciudad limítrofe (Kazungula)
por relativo poco dinero; el gobierno ‘botswanés’
no cobraba por entrar al país (no se necesitaba visado), y sus guías turísticos
se mostraban encantados de liberar al visitante del molesto peso del dinero por
enseñar su Parque. La frontera (el río
Chobe, que había que atravesar en un pequeño bote a motor) una de las
muchas de África, con esa peculiar actividad frenética, donde los cambistas de dólares, pulas o kwachas abordaban
insistentes al viajero a cada paso.
El PN Chobe era un
territorio de unos 11.000 kilómetros cuadrados y centro de la industria
turística de Botswana.
Área protegida desde 1930, y Parque Nacional desde 1968.
Kasane era la población más cercana, donde se concentraba un buen número de ‘lodges’ y alojamientos de distintos
niveles y por donde se podía acceder al Parque. Este viajero insatisfecho
no necesitaba estos alojamientos pues haría noche en una pequeña tienda de
campaña dentro del mismo, eso sí, acompañado por otros mochileros que
realizaban la misma operación.
El Parque estaba situado en un privilegiado lugar, aprovechando las
orillas del río del mismo nombre, Chobe.
Las visitas de una jornada se realizaban en dos tramos: uno, recorriendo el río
en barca, más o menos acondicionada, según con quien contrataras, y otro, por
sus orillas en un jeep. Aunque este
mochilero hizo el safari fluvial por
la mañana, decían que la experiencia era visualmente más atrayente por la tarde
para ver caer el sol desde la barca, en pleno río.
Aquí encontraban su cobijo un gran número de especies, pero el elefante,
camaradas, el elefante... era el ‘puto
amo’, con miles y miles de individuos, aunque -como siempre dicen en
África- el más peligroso era el hipopótamo que, a pesar de ser herbívoro, tiene
un sentido muy elevado de la territorialidad y ataca en cuanto la siente
peligrar.
No olvida tampoco al león.
Animales
vistos: elefantes -por supuesto-, hipopótamos, jirafas,
leones, gacelas, antílopes, facoceros, cocodrilos, monos, kudus, cebras,
pucús,….. y más elefantes, y más y más.
-Hipopótamos jugando -cree-
-Familia de leones-
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Como los detalles que retrato, a veces salen al paso visitas imprevistas que se convierten en suculentas, y seguramente no solo por (en este caso) esos extraordinarios animales, sino porque lo imprevisto tiene un punto picante que le proporciona un interés especial.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Un buen viajero está abierto a lo que surge, y si se lo facilitan más. Hiciste bien visitando el Chobe.
ResponderEliminarLa experiencia del recorrido fluvial debe ser una gozada, a juzgar por tus palabras y tus buenas fotos.
Tu elefante es majestuoso, es uno de mis animales favoritos, con la jirafa. Pero mi predilecto es el tigre de León ;)
Ya sabes que los hipopótamos, además de peligrosos también se besan.
Un beso, sin peligros a la vista, y más y más besos.
Realmente sabes transmitir las emociones...
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
Pues que bueno que se dio la oportunidad de entrar a ese PN tan conocido. Y por lo que leo, debió ser un par de jornadas productivas. Desconocía la bravura de los rinicerontes. Menos mal que no se topa uno a menudo con ellos. Saludos
ResponderEliminarMe alegro de que estuvieras en "mi" parque favorito. El Chobe es espectacular. Vale que el primer tramo, el más cercano a Kassane, es muy turístico y a determinadas horas hay muchos coches de safari "de día". pero si te internas en él y lo cruzas hasta el delta del Okavango es como si entraras en el último paraíso perdido. Sigo con tu viaje... me está gustando
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