-Catedral de St. George / Addis Abeba-
Haile Selassie
fue coronado el 2 de noviembre de 1930 en la catedral de St. George, de Addis Abeba. La coronación fue, en
todos los sentidos, "el asunto más espléndido" en aquellos años, al
que asistieron miembros de la realeza y dignatarios de todo el mundo. Entre
ellos, se encontraban el hijo de George V, el príncipe Enrique, y emisarios de
Estados Unidos, Egipto, Turquía, Suecia, Bélgica y Japón.
El autor británico Evelyn
Waugh también estuvo presente. Si algún lector-blogger quiere conocer su interesante, irónica y brillante crónica
sobre aquel evento puede leer “Gente remota”, un imprescindible libro de aquella época, no solo sobre Etiopía
sino sobre varios países africanos que recorrió una vez cumplida su misión en Addis
Abeba.
El mochilero leonés había leído el libro
hace varios años.
Desde la parte sur de
una empinada y extensa plaza, en aquel momento en obras, subió bajo un sol
abrasador este viajero insatisfecho
para visitar tan mítico lugar en el corazón del pueblo etíope. Al llegar a la catedral de St. George, con el cuerpo
destrozado por una indisposición pasajera (ocurre a veces en los viajes), sólo
pudo, por desgana y abatimiento, sacar una fotografía, beber un trago de agua,
sentarse un rato para recuperarse y salir huyendo de allí.
El espíritu de Haile Selassie, Rey de Reyes,
se había lanzado sobre este mochilero dañando su cuerpo, quizás con el peso de la
historia.
Copyright © By Blas F.Tomé 2012
A mi este emperador-dios "elegido" por todos los "democratas" de los paises del primerisimo mundo no me hace sonar.
ResponderEliminarQuien te mando peregrinar a la caza de espiritus?
Paciencia y un beso
No una noche, varias han tenido que pasar para que me ponga en marcha. El libro sobre Mali, que seguro ya lo conoceras, tu sabioafrica.
ResponderEliminarBueno:
"Lle devoir de violence" de Yambo Ouloguem. Publicado por "Le serpent a plumes".
http://www.erudit.org/revue/rum/2006/v37/n1/016717ar.html?vue=resume
y si tienes tiempo, te lees el articulo.
Besos
Huyamos, sin lugar a dudas, de esos recuerdos históricos ejemplo del cinismo y la barbarie.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Pues los rastafaris jamaicanos adoraban a Haile Selassie, el último emperador etíope, siempre me sorprendió esa historia....
ResponderEliminarEstuve a los pies de esa Catedral de St. George y creo que la historia de Etiopía es apasionante.
Parece interesante ese libro "Gente remota" que recomiendas, tomo nota.
Puede que fuera el peso de la historia lo que notaras ;)
Besos con historia.
Si ese libro fue capaz de llevarte a semejante lugar, indispuesto y todo, será cuestión de leerlo. Creo que lo único que leí de ese autor es lo mismo que la mayoría: retorno a Brideshead.
ResponderEliminarEstá visto que no pierdes ni una ocasión de 'insatisfacerte' (o aparentarlo). A ver... a ver si va a ser que se trata de todo el peso de la historia lo que llevas en la barriga (perdón).
Conste que, una vez más, me has liado con el título porque por 'rey de reyes' tenía mi cabeza a otro personaje. Parece que hay mucho rey de reyes por el mundo.
Besos, Tigre.
Según he leído, dedica más páginas al antes y al después del viaje que al propio "evento" en sí, así que pinta interesante... ¡Oído cocina!...
ResponderEliminarSiento tu indisposición,BlasFTomé, porque seguro que habrías hecho muchas fotos más..., pero ya se sabe, "donde hay patrón...no manda el viajero";-))
Besotes,rey.
Pilar
-Bueno, bueno... mi querido ¿qué digo? No, querido es demasiado, queda muy de igual a igual, mejor debería decir ¿qué debería decir?
ResponderEliminarVenerado no vale, estimado es amado en catalán, tampoco vale y no porque no te ame... a mi maneeeeeraaa, pero podría dar lugar a equívocos.
-Céntrate y díme lo que quieras decir, lianta.
-Pues que le quería yo decir a vuecencia que ya no hay spam en el club en el que nos conocimos.
-Me importa un carajo.
-Ya, Blasín, ya. Pero resulta que ya te consentimos el que no te dignes contestar a nuestros comentarios y, ahora, además, nos haces viajar hasta este pueblo para leerte... es que nos pides muchos sacrificios al populacho, como si 'político elegido democráticamente' fueras.
-Oye, chavala, que yo soy muy libre de publicar donde quiero y lo que quiero.
-Cierto, cierto, Señor Fernández o Don Blas, como mejor guste usted, pero, la verdad, esperaba yo un poco más de comprensión por su parte.
-Que no, que no vuelvo a publicar en el grupo Prisa, hostias, que ya me han hartado.
-Pues, nada, rey, publica pal microchoft, a lo mejor, asín, aprendes algo de inglés.
Va, venga, cabezón, que echamos de menos al de la mochila azul, al de ojitos dormilones y que lo del 'efecto scarlette' ya queda un poco antiguo. No te estires tanto, hombre.
Y, ahora, no te pongo ni el nombre, pa que te jibes.... Lo adivinarás o no, pero siempre te quedará la duda.
-"yo", no creo que ofrezcas mucha duda que quien eres. Tu nombre no tiene fin y, mucho menos, cuando ejerces de reina del trampantojo.
ResponderEliminarContestada quedas, y eso que dices que no practico.
Besos, ¡anda!.
¿No te dan envidia viajes como los de Waugh? ¿No te gustaría, Blas, que te enviaran como corresposal -con gastos pagados- a cubrir tal o cual evento en África?
ResponderEliminarEse podía ser el punto de partida para después adentrarte en otros vericuetos...y contarlo después en un libro.
No sé, no sé. Me parece que tú sigues prefiriendo tu mochila. Un abrazo: emilio
Recuerdo al emperador Haile Selassie,conocido también por "el negus". Era amigo de nuestro dictador, otro que se cría un dios, un enviado.
ResponderEliminarUn abrazo, Blas.
Lo de Haley Selasie como profeta de los rastafaris del mundo es una de las ironías d ela vida que jamás conseguiré explicarme. Más aún después de mi paso por Sasemene, la tierra prometida que le dio a los rastas del mundo que quisieron emigrar a Etiopía. En fin, otra de tantas incongruencias de la vida. Tenemos pendiente otra(s) cerveza(s), insatisfecho amigo.
ResponderEliminarLo de Haley Selasie como profeta de los rastafaris del mundo es una de las ironías d ela vida que jamás conseguiré explicarme. Más aún después de mi paso por Sasemene, la tierra prometida que le dio a los rastas del mundo que quisieron emigrar a Etiopía. En fin, otra de tantas incongruencias de la vida. Tenemos pendiente otra(s) cerveza(s), insatisfecho amigo.
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