17 de abril de 2012

Piedra = Noemi Campbell

Quizás fuera la piedra más fotografíada de todo Perú; tal vez fuera más retratada que Noemí Campbell en la pasarela de Milán. Más fría, eso sí, que la guapa modelo y sin desarmar con su pícara sonrisa, no había duda de que, entonces, aquella piedra inca arrancaba pasiones.
[Las continuará arrancando].
Era la representación más palpable y cercana, un resumen de lo que suponía la ancestral arquitectura inca. Aquellos antiguos constructores, como imbuidos por la más absoluta sencillez, centraron su trabajo en los grandes bloques de piedra tallada que encajaban con una precisión milimétrica, formando muros ensamblados con esmero y pulcritud. Había miles de ellos por Cuzco y alrededores. En muchos casos, un ejemplo de integración; en otros, de abandono.
Aquel día, al pasar por delante de ella [de la piedra], este viajero insatisfecho, desconocedor de tenerla tan cerca (en plena calle, estrecha y peatonal que llevaba desde la plaza de Armas al barrio de San Blas, donde hospedaba) y alertado por el grupito de buscavidas/protectores de la piedra, asentados allí para extorsionar al turista, reaccionó tocándola con cierta admiración. Eso le valió la inmediata bronca de aquellos ‘niñatos’ buscavidas que pretendían con ello asustar, amedrantar e incluso timar a cualquier solitario paseante con aires extranjeros.
Luego, deambulando por callejones y avenidas, reflexionaba sobre la cantidad de entrometidos, granujas, rateros, estafadores, maleantes, bribones, engreídos, y demás tribus, que se mueven en los lugares turísticos de todo pueblo o ciudad del mundo mundial.
¿Qué no se podía tocar la 'cacareada' piedra de los doce ángulos?.
¡A mamarla!.



Copyright © By Blas F.Tomé 2012

9 comentarios:

  1. Me alegra ver por aquí "la" piedra. Me crucé con ella muchas veces cuando bajaba o subía de San Blas a la plaza de la catedral, como tú. Siempre estaba custodiada por algún inca falso para que le hicieras la foto con él, y yo me negué a hacérsela. Hice otras a muchas otras piedras llenas de ángulos increibles, como tú muy bien apuntas. pero esa se quedó sin fotografía porque me parecía que era fiel reflejo de la nueva colonización turística que continuaba la colonización que convirtió a esa famosa piedra en cimiento del palacio episcopal.

    Gracias y saludos.

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  2. Entre la diosa de ébano, la piedra, que me recuerda al apellido de una tal María, el pasar la mano por la piedra y el 'a mamarla' me quedo pensando que lo que a él le cuesta tres minutos escribir a servidora le lleva un buen rato descifrar. Menos mal que el comentarista anterior me lleva por el camino correcto, abandono el tomo de historia incaica que bajé de lo alto de la estantería, corriendo mis riesgos de deslomarme en la escalera, y me voy al tío google para ver historias tales como: "Desde hace seis años, Uriel Tapara Mamani (30) se levanta muy temprano, se pone su traje, que incluye un tocado y telas de tapicería, y camina rumbo a la calle Hatun Rumiyoc, donde se encuentra la piedra de los doce ángulos de la ciudad del Cusco, uno de los mejores ejemplos de la ingeniería del Tahuantinsuyo. De 7 am. a 7 pm. él es su protector".
    En fin, la cosa ha servido para ponerse al día con las habilidades arquitectónicas de esa vieja civilización, amén de para entretenerse contando los ángulos, que, por cierto, no me salen.
    No conozco, no sé, no he estado, quedé en verme allí con un venezolano arraigado en Suecia, ya veremos si se pone la tal 'piedra' al alcance de mi mano algún mañana. Si ello sucede, recordaré este post y cuidaré mis pertenencias, para que mis fotos puedan llevar mi firma.
    Besos, parabolero.

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  3. Por lo que cuentas, caminabas algo despistado por ese muro…, y te pasabas el “monumento” (y no precisamente de “ébano” como dice Gloria)... Vamos! que ibas a lo de “El Cóndor Pasa"(de S&G), lo termino de escuchar en un vídeo que he visionado para “ponerme más en el lugar”…
    Veo que vamos de protesta y algo de enfado en nuestros respectivos blogs, Blas, y te aseguro que yo hubiese dicho algo parecido al “protector”… (Y a algún graffitero) No me gusta que me “impongan” las vistas fotográficas y menos “obligadas al pre-pago”…
    Me has traído aires andinos con el post… y recordado con ello, aquella famosa canción de los geniales Simon&Garfunkel,aunque nos hablas de piedras y no de valles o montañas…
    Nunca te acostarás sin ver una cosa más... En esta ocasión, sin ver y saber…

    Gracias,viajero,"enfurruñao".
    Besotes.
    Pilar

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  4. quise decir "sin saber una cosa más"...

    Hecha la aclaración,
    otro besote!

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  5. Pues tal vez tocar la piedra de los doce ángulos traerá suerte al viajero insatisfecho.
    Tu título me desorientó, pensé "dónde andará metido Blas esta vez?" Me siguen gustando los rincones donde te pierdes, esta vez entre la cultura inca tras el apasionante paso por Etiopia.
    Menuda riqueza de vocabulario tienes para describir a los granujas, etc...se nota que sabes de eso;)
    Un beso de regreso (con rima involuntaria)y preparando el próximo (seguro que te gustará).

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  6. "La piedra de los doce ángulos tiene un significado tan grande como la piedra roseta, la tumba de tutankamon, la Estatua de la Libertad, o la Torre Eiffel… y es por eso que su ubicación corresponde a una de las calles más transitadas de Cusco por turistas que anhelan tomarse una fotografía al lado de ella".

    eres un auténtico mochilero :)
    esa foto es muy valorada por los turistas.

    te leo en La Comunidad.

    un saludo
    :)

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  7. Así me gusta: el Blas inconformista-iconoclasta!
    Si yo me hubiera encontrado en esa situación...¡hubiera hecho lo mismo!
    Es como cuando de niños nos decían que no se podía mirar debajo de los faldones de algun santo de los sacan en semana santa. Nunca tuve la oportunidad de mirar...pero no por falta de ganas...

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  8. Que si, que si, Gloria nuestra! Que son 12 los angulo y angulitos...
    Son la murallas de Sacsahuaman las otras?
    Nada de Naomi! Supongo!
    Lo mismo que hay "protectores/pinchauvas" de coches... hay protectores de "piedras sacralizadas", que no sagradas.
    Gracias por trasladarme alli de nuevo.
    Besos

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  9. Qué bien sabían trabajar la piedra aquella gente. También me gusta tocar la piedra, quizás en un gesto para sentirla más cerca.
    Un abrazo, amigo Blas.

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