Si hace un año un corzo se salvó de morir ahogado en un canal cercano, este año dos pequeños se libraron de una muerte segura entre las cuchillas de una segadora.
La madre huyó de un salto del peligro: la ruidosa segadora; pero a los inocentes pequeños que la acompañaban, su instinto les pedía agacharse y esperar. Ahí dictaron su sentencia de muerte, si ‘Polito’, alertado, no hubiera detenido la máquina.
No hace falta ser naturista, ni naturalista para admirar la belleza de estos ungulados. El corzo es un animal que puede vivir tanto en bosques cerrados, como en amplias praderas. Actualmente en España la distribución del corzo sigue en expansión (¡suerte!). Antes, hace años, en el terruño del viajero insatisfecho ni se les conocía; la zona les era vetada.
Su dieta, basada en el consumo de hojas de arbustos y árboles bajos, así como bayas y brotes tiernos. Sus hábitos son crepusculares, rara vez visibles durante el día, que suelen pasar escondidos entre la espesa vegetación.
Como en la anterior ocasión, los pequeños animales disfrutaron de su libertad después de visitar los espíritus de los monjes que duermen el sueño eterno en los sarcófagos que encierran esos muros milenarios.De nuevo, ¡Bravo ‘Polito’!.
La madre huyó de un salto del peligro: la ruidosa segadora; pero a los inocentes pequeños que la acompañaban, su instinto les pedía agacharse y esperar. Ahí dictaron su sentencia de muerte, si ‘Polito’, alertado, no hubiera detenido la máquina.
No hace falta ser naturista, ni naturalista para admirar la belleza de estos ungulados. El corzo es un animal que puede vivir tanto en bosques cerrados, como en amplias praderas. Actualmente en España la distribución del corzo sigue en expansión (¡suerte!). Antes, hace años, en el terruño del viajero insatisfecho ni se les conocía; la zona les era vetada.
Su dieta, basada en el consumo de hojas de arbustos y árboles bajos, así como bayas y brotes tiernos. Sus hábitos son crepusculares, rara vez visibles durante el día, que suelen pasar escondidos entre la espesa vegetación.
Como en la anterior ocasión, los pequeños animales disfrutaron de su libertad después de visitar los espíritus de los monjes que duermen el sueño eterno en los sarcófagos que encierran esos muros milenarios.De nuevo, ¡Bravo ‘Polito’!.
Copyright © By Blas F.Tomé 2011
Jo!!! qué suerte tener un "Polito" naturalista en tu pueblo!!!
ResponderEliminar¿Y qué fue de los pequeños corsinos? ¿Corrieron de nuevo hacia la libertad? ¿Regresó su madre a buscarlos?
Esta historia está inacabada... Síguela.
Un abrazo,
AG
Que monos, seguro que dan ganas de quedárselos. Él se me da un aire a Tom Waits, en esa foto al menos. Un saludo.
ResponderEliminar- 'A.Escalada', lee el último párrafo de mi 'post'.
ResponderEliminar- 'Catik': Se lo voy a decir. Ya veras, ya.
¿Quién es Polito? ¿El cachas de la foto? ¿De cuándo es la foto de tía y sobrina?
ResponderEliminarVale, no tengo más preguntas
¡viva los corsos! (mu mala la madre que los dejo ahí con la segadora)