El leonés leía hace unos días en El País que Egipto vive en plena efervescencia, con grandes esperanzas de futuro, “pero la revolución iniciada el 25 de enero -decía la crónica- está resultando muy cara”. El crecimiento económico se ha frenado y el turismo ha huido.
Siendo egoísta, ‘¡bendita huída!’, se dice este viajero insatisfecho, en un momento de ataque de agobio y ansiedad. Aquella experiencia de hace sólo dos años le resultó en ese terreno un poco asfixiante, aunque única, bonita y necesaria, donde las aglomeraciones para ver cualquiera de los monumentos hablaban sobre todo español.
En Abu Simbel, a primera hora de la mañana, después de unas horas de autobús desde Asuán, la muchedumbre hablaba español.
En el templo de Luxor, ya de noche, con una espléndida iluminación de sarcófago, las multitudes, casi sombras, hablaban en español.
En el valle de los Reyes, ya en el interior de las bellas tumbas (¡increíbles!) era fácil que mientras bajaba, el que subía fuera español. Como fácil era, en las visitas a cualquiera de los monumentos, soltar un ¡Ohhh! (de admiración), pero sin duda en las subterráneas tumbas de aquel valle era casi inevitable, como inevitable era el hormigueo del público.
Era como aquel juego de la juventud más joven, ¿Dónde esta Wally? [fotografía].
Piensa en aquellas imágenes y, si bien grita de nuevo ‘¡bendita huida!’, desea al pueblo egipcio un feliz tránsito de la dictadura a, si todo sale bien, una democracia imperfecta.
Siendo egoísta, ‘¡bendita huída!’, se dice este viajero insatisfecho, en un momento de ataque de agobio y ansiedad. Aquella experiencia de hace sólo dos años le resultó en ese terreno un poco asfixiante, aunque única, bonita y necesaria, donde las aglomeraciones para ver cualquiera de los monumentos hablaban sobre todo español.
En Abu Simbel, a primera hora de la mañana, después de unas horas de autobús desde Asuán, la muchedumbre hablaba español.
En el templo de Luxor, ya de noche, con una espléndida iluminación de sarcófago, las multitudes, casi sombras, hablaban en español.
En el valle de los Reyes, ya en el interior de las bellas tumbas (¡increíbles!) era fácil que mientras bajaba, el que subía fuera español. Como fácil era, en las visitas a cualquiera de los monumentos, soltar un ¡Ohhh! (de admiración), pero sin duda en las subterráneas tumbas de aquel valle era casi inevitable, como inevitable era el hormigueo del público.
Era como aquel juego de la juventud más joven, ¿Dónde esta Wally? [fotografía].
Piensa en aquellas imágenes y, si bien grita de nuevo ‘¡bendita huida!’, desea al pueblo egipcio un feliz tránsito de la dictadura a, si todo sale bien, una democracia imperfecta.
Copyright © By Blas F.Tomé 2011
¿Dónde está Wally? Pues no te veo, no. Mira que he estado pensando en ello estos días, que quizás ahora resulte más barato ir a Egipto, siento ser tan egoísta. No sé yo, siempre es más difícil, pienso, para una mujer. En fin, ojalá que las cosas funcionen pero me temo que soy algo pesimista con la condición humana, al menos a corto plazo. Un saludo.
ResponderEliminarNo conozco Luxor , quizas en un mes lo visite,ya que he de estar 6 dias en Egipto (de escala), aunque me para el hecho de encontrar multitudes de turistas , avalanchas de cruceristas etc, creo que me entiendes.
ResponderEliminarImagino que es de esos lugares que hay que conocer , pero pagar el precio de tener que convivir con las multitudes , te hace ponderar si merece la pena. Lo que dices de Wally es el mejor ejemplo.
Un saludo . Carlos
Entiendo tu egoísmo. Sentir que se tienen para si solo lugares como Egipto para recorrer y disfrutar sin el agobio de la "masa" (como mastercard) no tiene precio.
ResponderEliminarAunque no es el ideal para la economía de un país, claro...
Un gran saludo desde las playas de Tarragona ya!
¿La revolución comenzó el día de mi cumple? No lo recordaba, no si todo lo que tiene que ver conmigo...¡ya te digo! También , chico, si te vas de vacaciones en agosto. ¿en qué querés que hable la gente: spanish or englis, of course.
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