1 de junio de 2008

Todo un viaje mochilero-religioso

Siempre pone cara de sorpresa este mochilero ante las ceremonias y oficios de esas religiones de voceros y actores lenguaraces que alimentan el espíritu de las gentes, no siempre las más cultas, a base de gritos y exagerados gestos. Religiones, cree, de mentecatos manipuladores e impulsivos sinvergüenzas.
No sabe por qué cuando paseaba por una de las calles de Beira, una bella ciudad de Mozambique, y oyó salir de un edificio religioso -Igreja Universal do Reino de Deus, rezaba a la entrada- fuertes voces metálicas-de-micrófono en apariencia barato, se acordó de esos voceros, nunca vistos en directo pero de los cuales todo mundo tiene referencia.
Al entrar, la sonrisa de una monaguillo (¿se dirá monaguilla?), le animó a pasar con un simpático gesto. Tomó asiento atrás en uno de los largos bancos de la iglesia y se dispuso a presenciar lo que era un novedoso espectáculo.
El oficiante, micrófono en mano, lanzaba exhortos a gritos, entre sonrisas y ojos chillones, que los asistentes (algunos) contestaban con extravagantes gestos de oración, casi de éxtasis. Era tal la fuerza de convicción del personaje que, de manera anárquica, los imbuidos del espíritu del Más-allá lanzaban a su vez todo tipo de gritos y saltos impulsivos. La creencia religiosa repercute fuertemente en la vida de las personas, en sus actitudes, costumbres y normas de conducta.
No siempre de manera positiva.
Este viajero insatisfecho no pudo menos que salir un poco traicionado por su también convulsiva curiosidad. Luego tendría ocasión de oír otros oficios de similar estilo, e incluso viajar (brazo con brazo, sudor con sudor) con un joven que dijo ser pastor de la iglesia baptista mozambiqueña (mozambicana, como les gusta decir a ellos).
Todo un viaje mochilero-religioso. Y aún hay más.

Para otra ocasión.
Copyright © By BlasFT 2008

1 comentario:

  1. A veces pienso que me gustaria no ser tan escéptica y sí más inocente como para que me emocionara un voceador de éstos. Poder creer en algo con tanta fuerza debe ser un subidón de adrenalina tremendo!
    Interesante experiencia ,sea como sea
    Un abrazo

    ResponderEliminar