13 de junio de 2007

En las soñadas dunas

Estaba en Yemen. No había volado en avión, ni navegado en barco, ni circulado por carretera alguna para llegar allí, pero el hecho era que estaba en ese país ancestral y medio tribal.
Ahora mismo, ante mí, tenía sus páramos desérticos. Circulaba en un
Land Rover conducido por un barbudo yemení que lentamente me hablaba en spanglish, no sin hacer mucho esfuerzo, y acompañándose con miradas preguntonas. Su cara arrugada, su cuerpo delgado y fibroso le daba un aspecto duro y cincelado. Masticaba “gat” como una costumbre, creo que convertida en obsesión. No circulábamos por carretera alguna y, de trecho en trecho, veíamos grupos de obreros colocando unos indicadores fronterizos en medio de la nada. Dunas a la derecha, lomas rocosas y peladas a la izquierda, arena por todos los lados.
Anteriormente -y lo tenía en mi mente- me habían comentado que si sufría un secuestro por una de las muchas tribus que merodeaban por las montañas, fuera sumiso: “no protestes y trata de entablar conversación con ellos”.
A lo lejos, un grupo de diez o doce puntos móviles se hacían cada vez más visibles a gran velocidad. Polvo, mucho polvo a su alrededor y blanquinegros turbantes. Se acercaban a nosotros, y viceversa. Una mirada rápida a mi conductor me decía que aquello podía ser lo temido, “no protestes y trata de entablar conversación con ellos”, pero,…. ¿cómo? Mi conductor yemení, paró nuestro vehículo, nos miraron y rodearon. Entreveía sus ojos y percibía sus raídos faldones y sus “
kalashnikov” apuntando al viento...........
Me desperté confuso. Me quedé un rato en la cama, desconcertado mirando los apilados montones de libros de mi cuarto y sin poder centrarme en el nuevo día. Con ese despertar extraño, me fui a la habitual ducha.
¡Malditos arena y polvo -pensé- y bendita agua tempranera!

3 comentarios:

  1. "Seco", no deberías temer tanto a un posible secuestro, ya que pondrías en un aprieto a esos nativos de cual sería el europeo.
    .......secuestrarian al yemení.

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  2. juaaaaaa, jua juaaaa, excelente el comentario de conquense. Yo estuve el 75% del artículo adivinando desde que cañón te habían disparado... muy bueno.

    un abrazo!

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  3. Jo Blas, por un momento pensé que todo eso te había pasado de verdad, es que soy muy inocente jejejeje, pero como eres tan aventurero... Me encantan tus relatos. BESITOS.

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