30 de abril de 2025

Isla Sainte Marie / Madagascar


Zona de manglares en la isla Sainte Marie

Estando en Tamatave/Toamasina, al este del país malgache, no debería perderse la isla Sainte Marie (Nosy Boraha), al norte de esta gran población. Este enclave tenía fama de centro turístico, lo que así, de entrada, no apetecía mucho. Al final, pensó que mucho turismo en Madagascar era hablar de unos pocos extranjeros de estancia o visita. La isla no distaba muchos kilómetros de Tamatave, pero tenía la seguridad de que serían duros. Se había informado de que un barco/ferry salía todos los días desde Mohambo, a unos 90 kilómetros al norte, y hasta allí se acercó. Más de tres horas de trayecto en los habituales minibuses (matatus, se llaman en algunos países africanos). Durmió esa noche en un bungaló —muy básico— en la playa de Mohambo, justo enfrente de donde saldría el ferry a la isla. Cenó una langosta —era bastante barato— y se dejó acribillar por los mosquitos (el Relec, no siempre cumplía su función), pero hacía una noche tan agradable que apetecía disfrutarla oyendo las suaves olas.

El ferry partió con puntualidad africana (dos horas después de lo previsto). Fueron tres o cuatro horas de navegación —no recuerda— con el océano Índico en calma, al menos en aquel trayecto. Desembarcaron en la población de Ambodifototra, la más importante de la isla, donde encontró un hotel asequible a su presupuesto.


Antiguo faro, al norte de Ambodifototra, en la isla Sainte Marie

Una isla donde se mezclaba la realidad actual, atractiva para turistas y viajeros, y la historia, llena de leyendas sobre los piratas que la tomaron como base de expediciones y control de los mares, de ahí su cementerio pirata y la población mestiza que desfilaba por sus calles.

A finales del siglo XVII los piratas ocuparon la zona. Encontraron allí parte de los elementos que necesitaban para cubrir sus necesidades: madera para sus barcos; agua dulce; una bahía tranquila y protegida de las grandes olas, y un lugar ideal para contralar el tráfico de barcos entre Europa y el Extremo Oriente.

No permaneció nada más que tres días en la isla, pero con los pocos trayectos realizados percibió el ambiente. Había atmósfera vacacional —no como en Benalmádena o Gandía—; muchos hotelitos con bungalós de madera; bonitas y pequeñas playas, y cierto número de extranjeros que disfrutaban de su tranquilidad.

Y el viajero insatisfecho también disfrutó. Paseó sin rumbo, observó y observó, y visitó el famoso cementerio de piratas. Lo haría en solitario, después de transitar por una senda, salpicada de pequeñas viviendas de familias locales, cerca de un kilómetro, lo que hablaba del escaso turismo existente. Desde el cementerio, situado en un morro, en un saliente a orillas de la bahía, se observaban unas bonitas vistas, envueltas de un paisaje verde y arbolado. Unas lápidas, sin nombres visibles y desperdigadas, señalaban las tumbas, repartidas por aquel terreno. La naturaleza y sus elementos (lluvias, vientos, tempestades,…) las habían dejado en esas condiciones, que hablaban, también, de lo antiguo de sus inhumaciones.


Cementerio de piratas

Y hablando de piratas, no podía faltar el hotel que llevase el nombre de la nación ambicionada por los famosos piratas Misson y Caraccioli: Libertalia.

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Sobre esta nación, se hablaba ya en el libro En busca de “otra” Marlene Dietrich, de Blas Fernández Tomé:

La constitución de esta comunidad/república bautizada Libertalia era ya un hecho. No sólo reconocía la igualdad entre los hombres, instauraba la elección democrática de los representantes y proclamaba la abolición de la esclavitud, sino que defendía, además, el derecho natural a la repartición de las tierras en función de las necesidades vitales”.

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A este hotel, con preciosos bungalós a orillas de una pequeña playa —casi la tocaban—, entró a curiosear, y tomó una THB fresquita.

Para moverse por la isla, el mejor transporte eran los rickshaws motorizados amarillos, muy generalizados allí y en muchas otras ciudades de Madagascar. 

No en todas. 


Mujer malgache, en la ruta hacia el cementerio de piratas

Copyright © By Blas F.Tomé 2025

1 comentario:

  1. Siguiendo tus pasos, Blas, me he "acercado" a la isla de Sainte Marie. Algunos la describen como "la viva postal de una isla tropical". Y las imágenes que he visto por ahí, así parecen demostrarlo.
    Pero veo que no es esta faceta (para turistas) la que te interesa y que prefieres detenerte en otros aspectos que reflejas en tus fotos.
    Un abrazo!
    PD. Es casi la hora de cenar y estoy salivando con lo de la langosta...

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