5 de octubre de 2024

Bujará / Uzbekistán


Char Minar, y tienda de souvenirs rusos

La segunda ciudad importante dentro de la ruta de la seda era Bujará (o Bukara). Junto con Samarcanda, era una de las dos ciudades históricas de la cultura uzbeka, en Uzbekistán. Una gran parte de la población era tayika, pueblo de idioma persa afincado desde muy antiguo en la zona. Los tayikos están estrechamente relacionados con los hablantes del persa en Irán, al menos desde el punto de vista de la cultura persa y la historia.

El viajero insatisfecho llegó a Bujará, a media tarde, procedente de Jiva. Le sorprendió —para bien— el hotel que encontró: barato, relativamente céntrico, con buena calidad de servicios y, sobre todo, de instalaciones. Luego, vería la gran cantidad de oferta hotelera que había por los alrededores lo que justificaría su precio ante tanta competencia y en época no muy turística, incluso a nivel local. Estaba situado muy cerca de uno de los edificios con gran fuerza estética: el Char Minar. Al día siguiente, se propuso hacer un recorrido coherente siguiendo una ruta más o menos lineal para disfrutar de la mayoría de los edificios históricos.

[En Bujará lo representativo no estaba entre murallas, como en Jiva, sino integrado en la ciudad, aunque en un área bastante localizada].

La primera visita fue a Char Minar, que estaba a las espaldas del hotel, pero escondido en un laberinto de callejuelas estrechas, en un barrio habitado por familias uzbekas. Lo encontró cerrado, pero como era un edificio muy particular, con sus cuatro torres, merecía la pena verlo, aunque solo fuera exteriormente. Enfrente, una tienda de souvenirs tenía muchas casacas y chaquetas militares rusas llenas de medallas y pegatinas.

Después de esto vendrían una sucesión de mezquitas, minaretes, madrazas y demás, muy acorde todo con el país y su cultura. El recorrido lo haría en sentido contrario: primero lo más alejado a su hotel para luego ir acercándose poco a poco. Y visitó la Fortaleza el Ark, muy antigua, pero actualmente muy reconstruida (y lo que quedaba, pues se apreciaba lo que estaba por emprender). En su interior, varias dependencias se dedicaban como museos. Al lado, a pocos centenares de metros, estaba el Zindon, una cárcel con celdas y mazmorras, atestadas en su tiempo de piojos y escorpiones, en especial, la celda nº 4, a 6,5 metros de profundidad (los emisarios ingleses Stoddart y Conolly ante el emir, allí fallecieron). Ahora, una atracción turística.


Fortaleza el Ark, y edificio interior

Frente a esta fortaleza, y frente a un estanque, una de las mezquitas más impactantes del país, sobre todo por las columnas de madera de su iwán o pórtico de entrada: la mezquita de Bolo Haouz, construida en 1712.


Iwán de la mezquita Bolo Haouz

Pasó el resto de la mañana en un extenso jardín donde encontró parte de las murallas auténticas de la ciudad. Más tarde, y al día siguiente, visitaría el resto de los monumentos imprescindibles para cualquier visitante que se precie: madraza de Ulugbek, madraza Aziz Khan, (bla,bla,bla) y el minarete Kalon. Este minarete, el más alto —decían— del Asia Central, fue construido en 1127. Cuenta la historia, o leyenda, que Gengis Kan quedó tan asombrado al verlo que ordenó a sus tropas arrasar la ciudad, pero respetando el citado minarete. Al lado, la mezquita Kalon, con un interior de decorados azulejos y, aunque en época soviética sirvió de almacén, desde 1991 volvió a ser consagrada al culto.


Minarete Kalon (día y noche)

Y más lugares. Muchos más.

Todo el conjunto muy bien conservado: los batallones de restauradores uzbekos no habían parado.

VÍDEO


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4 comentarios:

  1. Qué transporte utilizaste en esta ocasión? Bus hasta Urgench y avión hasta Bujará? Al consultar al "gran supertacañón" la posibilidad de viaje entre las dos ciudades, no da ni bus ni avión directo. El bus me parece bien de precio. El avión, caro. Y el taxi, superbarato (1-2€ por casi 5 kms?). Aquí, por llevarme el otro día de un barrio a otro cercano me claparon 10 euracos.
    Y como dices al final, todo muy conservado. Tal vez demasiado. Puede quedar bien para las fotos, pero pierde autenticidad.
    Abrzsss!

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    1. En tren (desde Jiva a Bujará), amigo Emilio.
      Muy fácil, y no muy caro.

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  2. Esos artesonados me fascinan y las columnas con capiteles tan trabajados contrastan con las gráciles basas.

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  3. "Ojiplática" me he quedado al ver las chaquetas militares... Espero que, al menos, por detrás no llevarán. :)
    Vaya baño de arte y arquitectura que te habrás dado en este viaje, querido viajero. ¡Qué maravilla! Realmente impresionantes los tallados de las columnas de la mezquita.
    Y ya no te digo nada del Minarete Kalon. Si espectacular de día, de noche, guauuuu.

    Me he quedado un rato mirando la 'lámpara de Aladino'' por si salía el genio... 😀

    Besotes.

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