Por algún juego
malabares de la mente, el 'peque'-viajero
insatisfecho siempre había colocado ‘las minas del Rey Salomón’ en
Zambia (antigua Rodesia del Norte). Nunca es fácil saber el por qué de esas desviaciones en el subconsciente
de un niño, quizás, por algún detalle especial unido a algún conocimiento
incipiente y raro.
El caso es que este
país centro/sur-africano se encontraba (y se encuentra) lejos de la costa, por
lo que la larga expedición de Quatermain estaría así justificada.
Pero Zambia, en la
actualidad, es otra cosa: es democracia estable a la africana, es el país
silencioso del que nadie habla y un país que vive en su mayoría de la
agricultura de subsistencia y de pocas exportaciones, exceptuando algo de
cobre.
¿Y qué bandera más
extraña tiene Zambia?.
En su mochila no
lleva gran cosa. Además de unos libros, únicamente un apartado para la
curiosidad y otro gran separado para la ilusión. Y muchas ganas de volver a
África, sin descartar sufrimiento e insatisfacción.
Copyright © By Blas F.Tomé 2014
Yo de esas minas me entere solo con la famosa pelicula. Por cierto que aun me gustaria verla.
ResponderEliminarUn nuevo beso de la suerte
Curiosidad e ilusión... Se ve que todavía te queda algo de aquel niño despistado y sabio que fuiste (y que todos los curiosos fuimos algún día).
ResponderEliminarGracias y saludos.
Blas, veo que empiezas el año con proyectos. El equipaje de tu mochila es perfecto, ilusión y curiosidad, siempre las llevo encima.
ResponderEliminarPise esas tierras para admirar las Cataratas Victoria. Será otra película
Espero que el peque y el gran viajero disfruten de ese sueño de viaje. Os envío un gran besazo a los dos, el primero del año.