Cuando el otro día
ojeaba ‘El País’, y se quedaba
alelado al leer la noticia del descubrimiento del lesula -mono vegetariano
aparecido recientemente-, su más profundo y alelado ‘yo’ le siseaba al oído
interior: viaje.
Sí. Cuando el viajero insatisfecho accede a este tipo
de noticias siempre le entra el descarnado deseo de meterse en una pequeña
aventura. Sus condicionantes temporales y económicos se lo impedirán a la
postre, decidirán por él, pero es conveniente reflexionar sobre el por qué de
ese resorte interior que le conduce siempre a un expreso deseo de viajar. No
hay nada comparable con entrar en contacto con las gentes de otro país
diferente, raza o cultura, alguien dijo, o algo parecido.
Viajar es algo muy, muy serio,……,
y divertido, y apasionante, y enfermizo, y gratificante,….Tal vez, también sea
la fantasía imaginada durante un lento paseo, o sea trotar por un infinito
desierto, o búsqueda pero sin duda no tiene por qué ser siempre, siempre descubrimiento.
En esta ocasión, hay una causa añadida: este mediano primate ha sido localizado en uno de los países más míticos de todo África, la República Democrática del Congo, antes, país de ‘mobutu’ o ‘kabila’ y, ahora, del ‘coltan’ y el ‘ébola’.
Aunque el número de lesulas es hasta cierto punto elevado, los investigadores han sugerido que se le catalogue como una especie ‘vulnerable’ dado que se enfrenta a un alto riesgo de extinción en estado silvestre al ser endémico de una sola región y presa fácil y frecuente de los cazadores locales. Y es sencillo de entender que especies como estas puedan pasar de ser 'vulnerables' a estar 'seriamente en peligro' en el transcurso de unos pocos años.
En esta ocasión, hay una causa añadida: este mediano primate ha sido localizado en uno de los países más míticos de todo África, la República Democrática del Congo, antes, país de ‘mobutu’ o ‘kabila’ y, ahora, del ‘coltan’ y el ‘ébola’.
Aunque el número de lesulas es hasta cierto punto elevado, los investigadores han sugerido que se le catalogue como una especie ‘vulnerable’ dado que se enfrenta a un alto riesgo de extinción en estado silvestre al ser endémico de una sola región y presa fácil y frecuente de los cazadores locales. Y es sencillo de entender que especies como estas puedan pasar de ser 'vulnerables' a estar 'seriamente en peligro' en el transcurso de unos pocos años.
Lesula [Nadie negará su enfermizo parecido con 'la Aguirre'/'la tacones'. Si, si, 'la Esperanza'].
Copyright © By Blas F.Tomé 2012
No te reprimas, Blas: pégate un homenaje y luego nos cuentas...Ah! y si el problema es el vil metal, hacemos una suscripción (modesta, los tiempos no están para virguerías) entre los amigos. Un abrazo: emilio
ResponderEliminarLESULA, LESULA... Y que querra decir eso en su lengua, la de la region congolesa que los alberga?
ResponderEliminarEsa foto tuya del mono en cuestion parece de estudio, tan repeinado el que pareciera que peina plumas, con esos ojos claros tan tristes bizqueando y esos labios finos de catequista decimononica...
Y, ahora han descubierto que son vegetarianos! Y que los comen. Como si no se comieran a sus primos NV, sobre todos los sesos que catalogan manjar exquisito.
Ya estas en plena selva congolesa? Siempre puedes empezar a cerrar ventanas, TV, radios y ojos y sentir el perfume de la selva. Un lesula vendra a saludarte. Jajaja!
Besos
Por supuesto que hay algo (o mucho)de fantasía en el viajar. la fantasía de imaginar y la fantasía que regala el hacerlo.
ResponderEliminarEn cuanto a la República Democrática del Congo, a mi me está esperando ¿conseguiré llegar allí algún día? Nadie lo sabe, ni yo mismo.
Gracias y saludos.
Recuerdo vagamente la sensación como un pulso vital que ahora no me encuentro por mas que me lo busque. Creo que no está en las venas ni en ninguna parte del cuerpo. No obstante, aún me produce alegría saber que existe por ahí.
ResponderEliminarYa veremos (dijo un ciego) si aquel viejo sueño que llegó después de leer un libro y que la noticia del 'lesula' no ha resucitado, vuelve.
Besos
El viajero insatisfecho, creo que te va muy bien el seudónimo. Pues nada, Blas, yo me uno a la propuesta de la colecta de Emilio y luego nos informas del viaje y, por supuesto, de los Lesula.
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