El explorador portugués Vasco da Gama desembarcó en Ilha de Moçambique de camino a hacia la India, en 1498. Eso fue hace más de 500 años. Este viajero insatisfecho llegó a pisar sus huellas, atravesando un estrecho puente de unos tres kilómetros de largo, que es lo que la separan del continente. Apareció por allí cuatro días después de un fuerte ciclón, del que todavía se veían sus efectos. Muchos de los árboles centenarios que tenía la antigua ciudad aparecían arrancados (fotografía grande), todavía en el suelo donde la fuerza de la naturaleza les había dejado.
Tres partes tiene la isla -pequeña y alargada- muy diferenciadas, las tres muy mal cuidadas: la fortaleza, la ciudad de piedra y la ciudad de Makuti.
Le sorprendió la fortaleza (fotografía pequeña), o fuerte de Sao Sebastiao, abandonado.
Le sorprendió la ciudad de piedra, Patrimonio Mundial de la UNESCO, muy tranquila y ligeramente cuidada; aún así, la consideró abandonada. Dos estatuas modernas, en apariencia levantadas en algún acto conmemorativo de pasados centenarios, representando a conquistadores o antiguos exploradores o dueños, no tenían letrero indicativo alguno ¿No habrá algún movimiento anticolonialista, destructor de conmemoraciones ridículas?.
Le sorprendió la ciudad de Makuti, ciudad de pescadores -semihundida entre calzadas laterales- en cuyos angostos callejones, de negro y viejo aspecto, resonaban los murmullos de las madres, los gritos de los niños, los ladridos de los perros y las alborotadas gallinas. Mientras, los todavía artesanos pescadores entretejían y reparaban sus redes en la arena.
Tres partes tiene la isla -pequeña y alargada- muy diferenciadas, las tres muy mal cuidadas: la fortaleza, la ciudad de piedra y la ciudad de Makuti.
Le sorprendió la fortaleza (fotografía pequeña), o fuerte de Sao Sebastiao, abandonado.
Le sorprendió la ciudad de piedra, Patrimonio Mundial de la UNESCO, muy tranquila y ligeramente cuidada; aún así, la consideró abandonada. Dos estatuas modernas, en apariencia levantadas en algún acto conmemorativo de pasados centenarios, representando a conquistadores o antiguos exploradores o dueños, no tenían letrero indicativo alguno ¿No habrá algún movimiento anticolonialista, destructor de conmemoraciones ridículas?.
Le sorprendió la ciudad de Makuti, ciudad de pescadores -semihundida entre calzadas laterales- en cuyos angostos callejones, de negro y viejo aspecto, resonaban los murmullos de las madres, los gritos de los niños, los ladridos de los perros y las alborotadas gallinas. Mientras, los todavía artesanos pescadores entretejían y reparaban sus redes en la arena.
Muy cercana.
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He buscado las fotos del puente...incrédula que es una oye!Se cruza andando o en coche?
ResponderEliminarpor cierto, en la foto de Panoramio salen dos lazos rojos a la entrada. ¿Significan lo mismo que aquí?Parece que por allí hay más de una campaña.Bueno insatisfecho,saluditos de catik.
Hola, catik:
ResponderEliminarO sea que lo del puente te provocó curiosidad. Me alegro.
El puente se cruza en coche (pero tiene que ser pequeño, no puede ser un autobús)o andando. Las dos posibilidades.
Gracias.