El viajero insatisfecho retorna a África, su “País-de-Nunca-Jamás”. Desea sentirse quijote en tierra extraña, despertarse en ciudad desconocida y saborear sensaciones agradables y embriagadoras. Fuertes y, a la vez, ligeras.
Leyó a otro viajero, hace unos días, y decía que cuando estaba lejos “sentía una euforia casi infantil al adentrarse en un mundo desconocido, al observar cosas nuevas”.
Pues eso.
África es y será un continente de retales, de mandiles rotos, de sharis de colores, de turbantes azulones, blancuzcos o jaspeados de rayas, de incomodidades viajeras y de días de meditación y arrepentimiento. Una tierra rojiza y ocre. A veces, encharcada de miseria; otras, reseca de sed y hambruna. De hombres fibrosos y extraños; de mámas de culo africano (african body) o negras mujeres de tipo europeo.
Pero, con todo y con eso, es África.
Con todos los respetos.
El mochilero se olvida de colonialismos y vidas mancilladas, únicamente observa, ve, siente y clama al cielo si algo no le gusta.
Lleva la mochila cargada de libros, de ropajes viejos, de zapatillas queridas y de vaqueros rotos.
Se dejará acompañar por Volcanes dormidos, de Rosa Regàs y Pedro Molina Temboury (lo compró por barato); La tregua, de Mario Benedetti (un regalo); Lord Jim, de Joseph Conrad (lo tenía pendiente), y más libros que quizás lea en sus horas previas al sueño. Y, también, de vuestros mensajes de apoyo, de vuestras caricias y silencios, de vuestros vocablos cariñosos. De vuestras palabras de ánimo, de aprecio, de comprensión, de vértigo y envidia.
No viaja acompañado, pero tampoco solo.
Y en esta salida, menos que en ninguna.
Leyó a otro viajero, hace unos días, y decía que cuando estaba lejos “sentía una euforia casi infantil al adentrarse en un mundo desconocido, al observar cosas nuevas”.
Pues eso.
África es y será un continente de retales, de mandiles rotos, de sharis de colores, de turbantes azulones, blancuzcos o jaspeados de rayas, de incomodidades viajeras y de días de meditación y arrepentimiento. Una tierra rojiza y ocre. A veces, encharcada de miseria; otras, reseca de sed y hambruna. De hombres fibrosos y extraños; de mámas de culo africano (african body) o negras mujeres de tipo europeo.
Pero, con todo y con eso, es África.
Con todos los respetos.
El mochilero se olvida de colonialismos y vidas mancilladas, únicamente observa, ve, siente y clama al cielo si algo no le gusta.
Lleva la mochila cargada de libros, de ropajes viejos, de zapatillas queridas y de vaqueros rotos.
Se dejará acompañar por Volcanes dormidos, de Rosa Regàs y Pedro Molina Temboury (lo compró por barato); La tregua, de Mario Benedetti (un regalo); Lord Jim, de Joseph Conrad (lo tenía pendiente), y más libros que quizás lea en sus horas previas al sueño. Y, también, de vuestros mensajes de apoyo, de vuestras caricias y silencios, de vuestros vocablos cariñosos. De vuestras palabras de ánimo, de aprecio, de comprensión, de vértigo y envidia.
No viaja acompañado, pero tampoco solo.
Y en esta salida, menos que en ninguna.
Buen viaje amigo Blas, aunque ya hablamos por teléfono antes de que partieras hacia África te los escribimos aquí para que nos leas cuando tengas un ratillo en tu viaje.
ResponderEliminarDisfruta mucho y cuentanos historias que nos hagan pensar que nosotros también estamos allí. Muchos besos.
"Seco", has emigrado de la osera hasta Africa y no me has dicho nada, ¡que no vuelva a ocurrir!. no te preocupes por si algún lugareño documentado te confunde con Don Quijote, según tu aspecto, le dices que eres descendiente y sin problemas. Ten cuidado con las negras del culo gordo, son peligrosas, no ellas si no sus acompañantes que te pueden dejar para comer los garbanzos atados, más vale que te consueles en soledad o alquiles una mona.
ResponderEliminarDeseo que lo pases estupéndamente no hagas caso a las gilipolleces anteriores, excepto a la que no te despediste y que regreses con salud.
Me vais a tener que perdonar, pero la tecnologia aqui es muy lenta. Os contesto a todos los que me visiteis.
ResponderEliminarEstoy perfectamente visitando, no sin contratiempos, este pais.
Hoy en Beira. Queria visitar el Parque Nacional Gorongosa,pero esta "fechado" por inundaciones.
Besos para todos, que se me acaba el tiempo.
Blas que disfrutes mucho y cuidate que te queremos de regreso enterito.
ResponderEliminarmuchos besos.