Vietnam es uno de esos países que sorprendió a este mochilero. Por sus gentes, por su paisaje, por su orientalismo nada fanático y -en especial- por los momentos regalados. Cada fotografía, un “post”. Cada recuerdo, una sonrisa. Cada aventura, un recuerdo. Cada día, una aventura. Quizás no todos los que hayan visitado este país puedan decir lo mismo.
La fotografía esta tomada en Hanoi, su capital, y esto es lo que decía La guía del trotamundos sobre ella:
“La pagoda del Pilar único es una pequeña y encantadora pagoda, en medio de un estanque en el que florecen los lotos, edificada en el siglo XI. Según cuenta la leyenda, fue construida por el rey Ly Thai To en honor de la diosa Quan Am, como muestra de agradecimiento. Careciendo de heredero varón, vio en sueños a la diosa sentada sobre un loto, tendiéndole un bebé. El rey se casó entonces con una bella campesina que encontró en su jardín, y tuvo el heredero deseado. La pequeña pagoda, contraída sobre un solo pilar, debía evocar, según la idea del arquitecto, un loto. Lástima que el pilar de madera original haya sido reemplazado por otro de hormigón. De todas formas, el conjunto resulta francamente encantador. Además, es el símbolo de la ciudad”.
La fotografía esta tomada en Hanoi, su capital, y esto es lo que decía La guía del trotamundos sobre ella:
“La pagoda del Pilar único es una pequeña y encantadora pagoda, en medio de un estanque en el que florecen los lotos, edificada en el siglo XI. Según cuenta la leyenda, fue construida por el rey Ly Thai To en honor de la diosa Quan Am, como muestra de agradecimiento. Careciendo de heredero varón, vio en sueños a la diosa sentada sobre un loto, tendiéndole un bebé. El rey se casó entonces con una bella campesina que encontró en su jardín, y tuvo el heredero deseado. La pequeña pagoda, contraída sobre un solo pilar, debía evocar, según la idea del arquitecto, un loto. Lástima que el pilar de madera original haya sido reemplazado por otro de hormigón. De todas formas, el conjunto resulta francamente encantador. Además, es el símbolo de la ciudad”.
A este viajero insatisfecho le pareció la historia tan oriental y vietnamita, aunque tan alejada de su espíritu anarco-viajero, que posó en el último peldaño, como queriendo jugarse a sí mismo una mala pasada.
"Seco", el artículo es tan sutil, sensual, romántico, dulce, melancólico, agradable, relajante, amoroso, fraternal e inverosímil que no merece hacer ningún tipo de comentario.
ResponderEliminarMe parece un lugar bellisimo. Vietnam, otro sitio pendiente para mi. Un beso
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