23 de abril de 2020

Godufu, una aldea con tradiciones

Cabañas circulares de Godufu

Tenía varias referencias de Godufu. La 'guía Bradt' incluía una foto de las danzas locales de este tradicional poblado, y en las páginas que hablaban de la región, un breve texto sobre lo que se movía alrededor de las gentes de esta pequeña población. No le costó mucho hacer una parada, cuando venía hacia Man desde el norte del país, en Touba, ciudad relativamente cercana a Godufu. Era una ciudad que tenía, al menos, un hotel decente para pernoctar una noche, asearse y emprender la aventura de la localización y, sobre todo, del cómo llegar al pequeño asentamiento local.
El poblado era un conjunto de chozas-casa al lado de un camino de tierra, en no muy mal estado. Nada más poner el pie, un joven se acercó para indagar sobre las intenciones. Visitar el pueblo, sin duda. Conocer algo de sus gentes. Nada más.
Aquel joven convocó al jefe, el más anciano del poblado, o mejor dicho le buscó hasta localizarlo, y una vez allí, el visitante expuso como pudo el calado de aquella corta visita. Fue necesario rebuscar en la cartera y hacerle entrega de unos cuantos CFA’s (moneda del país). En principio, no quedó muy satisfecho el anciano, pero, después de argumentarle que venía solo, aceptó el regalo. No habría ni danzas ni representaciones folclóricas. Nada.
Los jefes del poblado, los más ancianos
La soledad del viajero insatisfecho le impide a veces disfrutar, como en este caso, de las danzas locales que se organizaban cuando el dinero se mostraba visible en forma de ‘grupeto’ de turistas.
Así era África, también.
Estas típicas danzas comenzaban al atardecer cuando el laborioso día de trabajo llegaba a su fin. El espectáculo comenzaba con ‘la danza de la felicidad’ involucrándose en ella las mujeres recién casadas vestidas de blanco (pureza) o índigo (auto respeto). Moviéndose al ritmo de unos tambores cantaban sobre las pruebas y tribulaciones de su vida matrimonial, con la esperanza de hacer un buen trabajo para encantar a su esposo (Este párrafo, con información de ambiente para la crónica, esta sacado del libro-guía).
El visitante llegó con la intención de conocer un poco la realidad del poblado, no para ver unas danzas exóticas que serían, en todo caso, un poco ‘turistada’ o si no una representación falseada de los verdaderos bailes. Apreció a primera vista las diferentes coloraciones de las cabañas circulares que tenían mucho que ver con el género o la edad de quién las ocupaba (aquí dormía el marido; ahí dormía la mujer, y allí lo hacían sus hijos) y distinguió de trecho en trecho círculos de grandes asientos de piedras que no eran otra cosa que el lugar de reunión de los concejos familiares o del pueblo. Paseó entre las cabañas, sacó alguna foto, se paró ante un chamizo donde una mujer preparaba un pote de algo que tenía un color apetitoso y se sintió transportado en alma y espíritu a la vida cotidiana de Godufu.
Círculo de reuniones
No muy lejos, estaba ubicado Silakoro, el pueblo de los peces sagrados, en realidad, bagres. Se acercó a la aldea, y a la pequeña y sucia charca donde los bagres desarrollaban su 'místico y sagrado' mundo a base de coletazos y parsimonia en sus movimientos. La poza estaba a la sombra de unos grandes árboles que convertían aquello en un fresco lugar.
Un grupo de mujeres moliendo mijo sirvieron para que el mochilero retuviera en su retina los vivos colores de Silakoro.
También de Godufu.
Preparando su comida


Copyright © By Blas F.Tomé 2020


3 comentarios:

  1. "Sagrado sagrado" si...pero el dinero es el que canta y hasta baila.
    Turistas, preparen la bolsa!
    .IGOARINON.

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  2. Ya ves, Blas: viajar sólo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Hoy das cuenta de un pequeño inconveniente, pero creo que "el buen viajero" debe hacerlo así, si se quiere empapar de todo a su paso. Lo demás son tonterías propias del turisteo. ¿Te imaginas un autobús con 30 o 40 personas "desembarcando" en Godufu?
    En cuanto a las coloraciones de las cabañas, no sé si lo he entendido bien: Eran individuales? El marido dormía en una y la mujer en otra?
    Un abrazo

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  3. Viajero, mira que perderte la 'danza de la felicidad'... Veo que eso de no ir acompañado no les gustó mucho... Tiene que ser todo un espectáculo verlo 'in situ'... esas danzas suelen ser muy peculiares, aunque tienes razón, quizá las 'edulcoren' para el turisteo de grupo y sus carteras... ¡Una lástima!  Por cierto, ¡qué cara de pocos amigos tenían los jefes, caray!! y eso que ya tenían dinero en mano...
    Ha estado bien la aclaración que haces del baile de las mujeres..., sobre que estaba en libro guía y no era de ''cosecha tuya'...
    'Blanco pureza', (¡madre mía desde que no escuchaba, esa frase tan 'monjil') (Ji).

    Los asientos para celebrar reuniones, me han gustado, no serán cómodos, pero así terminarán antes...

    Como a Emilio, tampoco me ha quedado claro lo de las cabañas individuales, aunque no será extraño que así sea... Cada uno a su cuarto, como dicen los padres a los niños...

    Pienso que lo de transportarte en alma y espíritu, tuvo que ser casi lo mejor de la visita, ¿no?
    Fácil de creer. 

    Besotesss

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