9 de mayo de 2010

Eres un 'malco'


Hace unos días -como un eco argentino, de más allá del océano- le llamaban, a este viajero insatisfecho, ‘malco=malcogido’. Se rió y se ‘c-rió’ y se ‘rec-río’ hasta no poder respirar. Hoy, pensaba redactar algo sobre la playa de Copacabana y, sin el menor complejo, va a hacerlo en ‘sudaca-pañol’.
- La playa de Copacabana. ¡Huyyyyy, la playa de Copacabana!.
- ¡Pues tampoco es para tanto!.
En aquella recordada visita a la playa, en ciertas zonas cercanas a la discoteca ‘Help’, se encontraban prostitutas desinhibidas, jineteras (Cuba), pajuelas (México), zungas (Colombia), pirujas (Chile) sin ningún temor a mostrar su cuerpo en tanga, bikini o bombacha, a pesar de tener varias primaveras en el culo, nevera (Cuba) o poto (Chile).
Un montón, porrón o pocotón (Panamá) de bellezas comenzaron a bailar en la arena hasta el cansancio. Con gracia, alegría y sencillez. Cualquier ritmo o sonido que saliera de aquellos altavoces playeros era bueno.
Póngase el lector a pensar en las peores pendejadas (México), pavadas (Argentina), huevadas (Ecuador) o vainas. Los movimientos no cesaban; vibraban las nalgas o yucas (Perú); saltaban los pechos, tetas o puchas (Colombia) y había quien, excitado y cachondo, simulaba el movimiento de joder, chingar (México) o bombear (Honduras).
¡Y cómo bailaban!
Parecían manosear el aire con movimientos sensuales y hacía falta mucha valentía o arrecho (Ecuador), y ser chévere (Colombia y Venezuela) o bacán (Perú) para mantenerse quieto e impasible.
Gracias a un eco argentino, queda enriquecido este ‘blog’.

Copyright © By Blas F.Tomé 2010

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