14 de diciembre de 2024

Entrada en Bangladesh

 


Aterrizando en Dhaka, capital de Bangladesh

“El Gobierno de Bangladesh extiende el toque de queda y el país sigue incomunicado tras una semana de violencia”


“El Gobierno de Bangladesh ha extendido este domingo el toque de queda en todo el país por un día más, mientras se mantiene el corte de las comunicaciones, en un intento por contener la violencia derivada de las protestas estudiantiles que han dejado más de un centenar de muertos.

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El corte de internet en todo el país ha impedido no solo el acceso a internet, sino también las llamadas telefónicas y los mensajes de texto, especialmente desde el extranjero. Los medios de comunicación digitales e impresos han estado fuera de servicio durante días y solo los canales de televisión vinculados al gobierno de Hasina se mantienen funcionando.

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Hasta el momento 110 personas han muerto y varios cientos han resultado heridas en enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad desde el inicio de las protestas el pasado lunes, dos de ellas en la jornada de hoy”.


Estas noticias, que leyó el viajero insatisfecho cuatro horas antes de tomar el vuelo desde Taskent, capital de Uzbekistán, donde se encontraba, hacia Dhaka, capital de Bangladesh, le provocaron muchas dudas sobre la conveniencia de viajar a este país. Cuando ojeaba esta información, estaba esperando en el hall del hotel de Taskent dispuesto a llamar un taxi que le llevara al aeropuerto. ¿Lo haría?

Al final, después de muchas dudas, se dirigió al aeropuerto con intención de volar si le confirmaban el vuelo. Y voló.


Control del ejército, con tanqueta (se aprecia como gestó la foto en el espejo retrovisor)

Tomó un moto-taxi (de paquete, con mochila a la espalda) en el aeropuerto de Dhaka para dirigirse a un céntrico hotel, atravesando una ciudad tomada por la policía y el ejército. Controles y controles. Sufrió al menos siete controles de policía y ejército —soldados con el fusil en ristre— hasta llegar a su destino. Una ciudad vacía a las dos de la tarde. Algún coche incendiado por las avenidas que cruzaban; un control de acceso a una autovía totalmente destruido por las llamas; toda la fachada de un edificio oficial incendiado; una docena de coches circulando en una ciudad de varios millones de habitantes, y los comercios cerrados. Raro, rarísimo en una ciudad con fama de bulliciosa y masificada.

Tuvo tal sensación, que ni se atrevió a sacar el móvil y fotografiar el ambiente. Se sentía controlado y vigilado. No era el mejor momento de tomar fotografías a soldados y policías.

Un ambiente desolador.


Coches incendiados

Control de autovía, incendiado

Se recluyó en su apestoso hotel toda la tarde y toda la noche, y vería a ver qué hacía al día siguiente.

En esa jornada posterior, que comenzó con un té con leche caliente en un chiringuito callejero, conoció al médico gerente de un céntrico y famoso hospital que, frente a unas cervezas ilegales (producto prohibido en el país) en un club social cerrado, le aconsejó que abandonara Dhaka y fuera a otra ciudad. El resto del país, aunque mantenía restricciones, estaba mucho más tranquilo, le dijo. Los autobuses, trenes y barcos no funcionaban y la única salida posible sería por el aeropuerto.


Tomando soluciones, ante unas Hunter (cervezas). Al fondo, el motorista-taxista

Eso hizo. Tomó un vuelo de 25 minutos (o menos) a la ciudad de Jessore, donde encontró cierta normalidad.

Fin de la estancia en Dhaka.

Copyright © By Blas F.Tomé 2024

7 comentarios:

  1. No sé, Blas, si se puede decir más finamente, pero la verdad es que los tienes cuadrados: hacerse 3000 kms para meterse en la boca del lobo, después de haber leído esas noticias tiene perejiles.
    Tengo que reconocer que no soy tan valiente y que me hubiera dado media vuelta a la voz de ¡ya!
    Abrzts!

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  2. ¿Pero "taco"..., dónde te metes "In_sen-sa-to"?, aunque valiente tú, que, aún así, volaste hacia allí. Espero que dónde te encuentras ahora, la cosa esté más calmada... Madre mía cómo está el mundo de "revoltoso"... :(
    La cara del motorista-taxista es preocupación o de perplejidad al verse allí sentado contigo y la cerveza con la que estaba cayendo...
    Cuídate.
    Besotes.

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  3. Queridos Blas y Pilar: os deseo una Feliz Navidad y que 2025 le traiga a Blas estupendos viajes para que Pilar y yo podamos seguir comentando y gastando alguna que otra bromilla (si me pongo pesado no tenéis más que darme un toque).
    Abrazos y besos!

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  4. Eso, eso, Emilio, muchos viajes para nuestro querido viajero y que caiga alguno también para nosotros, ¿no?, aunque sea en tren o metro 😀.
    Y lo de las bromas, qué sería de estos momentos mundiales sin un poco de buen humor...
    Feliz Navidad, mucha Salud Abrazos y mucho Humor.

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  5. Respuestas
    1. Exacto, Emilio, nosotros más!
      P.D Hay que ver lo tiernos que nos ponen estas fechas. Como los donuts recién hechos. Ji.

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