Al fondo, la ciudad excavada en roca de Vazdzia El
minibús que le traía, ya ni recuerda de dónde, le dejaba en la ciudad de
Akhaltsikhe. Seguía las instrucciones que le marcaba la Lonely Planet que rezaba así en la introducción de la referencia a
la localidad: “La magnífica restauración
del castillo del siglo XII que domina la localidad, ha contribuido a convertir
Akhaltsikhe, que era un triste ejemplo de declive postsoviético, en una parada
relativamente atractiva desde la que visitar Vardzia”.
Y
ahí, a la antigua ciudad excavada en roca de Vazdzia era donde se
dirigía. Las ruinas estaban a 60 kilómetros de la ciudad en la que se encontraba, y
el transporte público no era frecuente, si existía. La única posibilidad era
alquilar un taxi que, según alguna información, no era un medio muy caro,
incluso para un solo ocupante. ¡Fue fácil! Nada más descender de la marshrutky/minibús
un simpático y veterano taxista local le ofreció el trayecto a un precio muy
razonable. Consiguió bajarle unos pocos laris
(moneda local) y le contrató sin más. Fue su hijo quien realizó el trayecto.
Hablaba un corto inglés, parecido al del viajero
insatisfecho, y se lanzaron a la carretera.
Vazdzia, excavada en roca, era bastante
espectacular por sus muchas cuevas, túneles y una impresionante iglesia con
decenas de frescos extraordinarios. Aún la habitaban unos cuantos (4 o 5)
monjes. Y, además, era un símbolo, y ocupaba el corazón de los georgianos que
la visitaban habitualmente. Una foto imprescindible era cuando, desde la
carretera, se comenzaba a ver el muro montañoso horadado de huecos, parada
obligada para apreciar en toda su amplitud la antigua ciudad ‘queso gruyère’.
Vazdzia y al fondo la ribera El
rey Giorgio III construyó una fortificación aquí en el siglo XII, y su hija, la
reina Tamar (otra vez esta reina, como en Uplistsikhe) fundó un monasterio que
creció hasta convertirse en una ciudad santa que albergó a unos 2.000 monjes.
En la época, y a nivel mundial, fue conocida como el bastión espiritual de la
frontera este de la cristiandad. En 1283 un gran terremoto sacudió las paredes
exteriores de muchas cuevas, lo que marcó el inicio de la larga decadencia del
lugar.
Vazdzia (en el centro la iglesia de la Asunción) El
mochilero pasó por caja, como cualquier local o extranjero, y haciendo uso de
un pequeño vehículo con remolques, habilitado para dejar al visitante al pie de
las escaleras, inició la ascensión, la visita y la internada en las cuevas que
iban apareciendo a su paso. Un permanente zigzageo
por escalerillas, pasadizos y sendas. En el centro del complejo se hallaba la
iglesia de la Asunción. La fachada se había perdido, se suponía como efecto del
terremoto, pero en el interior se hallaban multitud de frescos, pintados cuando
su construcción (1.185). Antiguos. En algunos se apreciaba a Giorgio III y a su
hija, antes de casarse ésta. Allí, como en el resto de las iglesias georgianas,
las mujeres debían usar falda larga y cubrirse la cabeza, y los hombres pantalón
largo. Se cumplía, pero no vio mucha rigidez. En una de las grutas, un largo
túnel (iluminado y un poco claustrofóbico) ascendía hasta otra cueva en el piso
superior. Al final, casi perdido, descendió de aquel laberinto, por otra parte bastante bien señalizado.
Una
experiencia brutal, si uno pensaba y aproximaba a lo vivido por los antiguos
monjes entre aquel laberinto de cuevas y salas, bodegas y almacenes.
El taxista esperó paciente
a que finalizara el recorrido y, luego, regreso a Akhalsikhe, visitando,
además, un castillo y un tradicional monasterio habitado.
Túnel
Nota.: ¿Me ha salido un 'post' parecido al de Uplistsikhe?
Copyright © By Blas F.Tomé 2021
Tu impresión sobre el terreno, Blas, se corresponde con lo que dice la Planet sobre Akhaltsikhe? Lo he buscado y mi impresión no es que sea una maravilla, pero tampoco una ciudad en "declive postsoviético".
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en lo de "queso gruyere" y en que esa visita debió ser una experiencia brutal.
Un abrazo:
No te preocupes si se parece o no a otro post. Hacemos las cosas lo mejor que podemos, pero nuestros recursos son finitos.
Qué pasada!! Es lo primero que he pensado al ver las fotos... Desde la primera a la última...
ResponderEliminarQué recuerdos me has traído con lo de llevar las mujeres faldas largas...
Tendría yo unos 10 u 11 años (casi ayer (ji:-) y ya había esa condición para entrar en la capilla de Fátima, en Portugal. Alquilaban faldas largas allí mismo, cerca de la capilla. Yo llevaba mis vaqueros largos y me negué a ponérmela, no entendí que diferencia había..., con lo cual no entré. Creo que sigo igual de cabezota.
Dices, preguntas, que si el post te ha salido igual que el 'otro' (menudo nombre, como para memorizarlo...) pues que en los dos hay ''mucha roca' y terminan en un túnel (con bonita fotografía) por lo demás yo creo que no. Cada uno tiene su 'aquel' (o sus 'agujeros'...), pero las sensaciones que hayas tenido, sentido, esas sí que habrán sido únicas. Difíciles de olvidar, imagino.
¿Ya tienes a tu inseparsble compañera-azul, lista? ¿O, no hay viaje a la vista?
¿Cómo llevas 'la tecla' para el segundo'... ...? No procastines mucho que l@s fans esperamos impacientes.
Besotesssss, querido viajero.