8 de febrero de 2023

En Phongsali / Laos


Mujer (¿akha?) con vestimenta local

Estaba en Luang Namtha, en el norte de Laos, eligiendo y decidiendo el próximo destino: uno de ellos podría ser Phongsali. Sobre esta población se informaba en unas breves líneas del libro-guía. Según éstas, la población se levantaba en una sinuosa meseta, alejada unos trescientos kilómetros, o poco más, de donde se encontraba.

Nunca pensó que fuera tan largo el viaje hasta allí. La carretera era sinuosa, sí, y estaba trazada por las cimas de aquellas montañas que conformaban estrechos valles. De una cumbre a la otra o de una estribación montañosa a la siguiente. Fue un largo trayecto de más de catorce horas de ruta en un minibús cargado de viajeros, y se hizo muy largo. Arribaron a la población muy entrada la noche.

La estación de autobuses estaba a unos dos kilómetros del centro y gracias a la amabilidad de un vigilante de la estación (pagando el trayecto, por supuesto) pudo este viajero insatisfecho localizar uno de los pocos hoteluchos para pasar la noche. Era muy difícil la comunicación en aquella zona donde parecía no haber llegado turista alguno, ni mochilero perdido, pues todo el mundo hablaba su idioma local y carecía, al menos en apariencia, de una mínima infraestructura para desplazamientos por los alrededores. Aun así, al levantarse al día siguiente inició la dura batalla de tratar de conseguir algún medio para visitar algo de la zona circundante. Paró a un veterano motorista que le miró al pasar y, aunque ni era experto ni parecía fuera su labor, se lanzó a negociar el precio del trayecto a Ban Komean, un pequeño poblado -según detallaba la guía- productor de té, ubicado en una de las muchas laderas de la zona. El interés no era tanto por las plantaciones como por encontrar en la ruta algún pequeño pueblo local y tradicional, en el que siempre podría surgir la sorpresa de alguna actividad social típica o arcaica.


Dos trabajadores arreglando la antigua plantación de té

Con la moto circulando por caminos de tierra y piedras, socavones y baches, llegaron a la zona de las plantaciones de té después de casi una hora de trayecto. Nada especial, nada reseñable en el camino, sólo el disfrute de la naturaleza rural y las espectaculares panorámicas de valles y montañas que se extendían hacía el horizonte. Una vez allí, un paseo por los antiquísimos terrenos, con viejas plantas de té. Poco más en aquella excursión rural y sin mayores pretensiones.

Vio varias mujeres con atuendos tradicionales a lo largo de la ruta y, en especial, se cruzó con una que llamó su atención. Le hizo una foto para el recuerdo e intentó conocer su procedencia y el porqué de aquella vestimenta. Imposible la comunicación e imposible averiguar dónde se asentaba su poblado: desistió de conocer sus orígenes, aunque podría ser de algún pueblo Akha de los alrededores.

Pasó una larga mañana por los alrededores de Phongsali, intentando avistar algo llamativo, un poblado tradicional o una cultura local, pero, si bien disfrutó del aire fresco y virgen de la zona, no pudo saborear nada auténticamente antiguo y típico.

¡Cosas de la vida mochilera!


Mujer de la zona


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7 comentarios:

  1. Eso, "la vida mochilera"...
    Es que los plasticos y los ropajes donacion de las Iglesias protestantes americanas no hay quien lo detenga.
    Salud y suerte, Sr. Tigre

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  2. Trescientos kilómetros en 14 horas? No me extraña que se te hiciera largo: unas cuantas horas más era lo que yo tardaba en atravesar en tren(es) la península... cuando hice la mili! Y me parecía insoportable.
    Parece que en esta ocasión no has tenido tan buena suerte con los hoteles, no siempre se puede ganar, pero veo que tampoco te quejas. Seguro que es en esos hoteles donde aprovechas para escribir, porque no te veo escribiendo en el aeropuerto ni en el avión.
    Tenías que haber dejado una placa allí que dijera "El V(B)iajero insatisfecho fue el primero que llegó hasta aquí". Y si disfrutaste de la naturaleza, ya verás cosas antiguas en otra ocasión.

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  3. Si se te haría largo esos 300 kms. Averiguar el por qué de esa vestimenta se me antoja difícil. Ni la mayor de las curiosidades del Viajero insatisfecho es capaz de conocer ese dato, y más con esos idiomas lejano. Pero poco importa si sería Akha, o de Almussafes, es la vida del mochilero. No siempre se puede cerrar círculos, pero la foto ahí queda. Saludos

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  4. Sobre este camino, comentas varias veces lo de nada especial, nada reseñable, nada auténticamente típico...,
    pues yo pienso que con las fotos de esas dos mujeres con sus trajes, ya tuviste algo típico de esa zona. No lo que buscarías, pero las dos singulares son, desde luego...
    Y, menos mal que ese largo trayecto lo hiciste en míni bus y no en moto... :))

    En el atuendo de la mujer de la primera foto, me ha chocado mucho la llave y donde se la coloca... ¿Te habías fijado?

    Besotes, mochilero insatisfecho. :))






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  5. Para Pilar, lee esto como si lo oyeras a un mejicano: "no se me adelante...pero tampoco se me atrase" 🙂

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  6. Para Emilio:
    Emilio, lee tú también con ese acento de 'guate aquí hay...' 😃 'Manito', pienso que casi siempre voy "en cabeza del pelotón', al menos en llegada, porque no siempre comento después de leer la primera vez. Ándale, ándale! 😊

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