22 de diciembre de 2018

Camerún. El viaje en mente

Importantes enseres de viaje

Tal vez sea Camerún una de las citas pendientes sin ser excesivamente exigente con los países con los que ‘habría quedado’ este viajero insatisfecho. Era una cita pospuesta por multitud de motivos. ¿Qué ofrecerá Camerún?. ¿Qué hace un leonés en esa inhóspita tierra de selvas y desiertos?. ¿Se moverá con cierta facilidad?. No. Pero al final después de mucho observar África como una atractiva piel puso su puntero en este país.
Sobre todo le atrae visitar el norte ¿por qué?. Imposible contar un motivo convincente al que lea estas cuatro líneas. En la frontera norte se encuentra el lago Chad. ¡Un lago africano!. ¿Qué otro motivo más se podía aducir para lanzarse al país?.
Con la guía ‘Camerún’, de Laertes Ediciones, en la mano, ve las primeras dificultades para acercarse a ese lago que se está desecando o, al menos, eso cuentan las crónicas, las televisiones o los mentideros viajeros. Hojea el libro/guía rápido hasta que llega al final donde, en sus últimas páginas, un capítulo desentraña la zona norteña de Camerún, la zona donde se enclava el lago Chad. Según va leyendo se va encontrando con las primeras dificultades “si se desea visitar e incluso navegar por el último lago que queda en el Sahara, habrá que alcanzar la ciudad de Blangoua, emplazada en sus orillas. Para dicha empresa se necesita disponer de vehículo propio y de un chofer experimentado en la región: apenas existe transporte público entre Blangoua y el resto del mundo”. Poderosa dificultad para este viajero que se mueve solo, con dificultades de idioma y con la cartera con dificultades a la hora de derrochar ‘dineros CFA’.
 “A partir de aquí –continúa el libro/guía- [se refiere a la población de Makari, en el norte] es clave contar con los servicios de un buen chofer que conozca las pistas, que se complican cada vez más en una especie de maraña de caminos polvorientos….”. Y muchas más trabas que el autor va poniendo al lector. Este se va desanimando poco a poco, pero tiene ya su billete Madrid-Douala en el bolsillo, la ilusión insertada y encerrada ‘a cal y canto’ dentro de su mente y la alegría del viaje en su corazón.
¿Y el sur?. Aún no se ha centrado en página alguna que refiera las dificultades del sur pero aunque las hubiere es un país visitable y como tal actuará.
Hará lo que pueda. Visitará lo que pueda. Recorrerá con ganas el norte, el centro y el sur, pero nunca sabrá, o al menos no antes de que finalice el recorrido, hasta dónde podrá llegar.
Para estos viajes complicados siempre se acuerda de algún compañero de ruta. Uno o varios acompañantes podrían aminorar el montante dinerario que supondrían los alquileres de vehículos y otros menesteres.
Pero no, el mochilero viaja solo. 
Con sus ventajas y sus inconvenientes.


Copyright © By Blas F.Tomé 2018

2 comentarios:

  1. Pués nada! Al ataque! Qué el Sr. Tigre está por encima de todas las guías y sus recomendaciones.
    Buena suerte! Y, buen año por esa tierras.
    Besos

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  2. Si alguien me preguntara, Blas, por qué el Viajero viaja a Chad en esta ocasión, yo le contestaría que seguramente será de los pocos lugares de África que te quedan por conocer.
    Ahora bien, yo te pregunto, ¿por qué el aeropuerto de Doula y no el de Yaoundé, que supongo que estará mejor comunicado con el lago Chad?
    Por cierto, cuando tenía 17 o 18 años estaba en un grupo (los entresijos serían largos de contar) que nos habíamos propuesto como meta Camerún. Aquello después se quedó en agua de borrajas, pero esa idea nos rondó durante algún tiempo.
    No hagas caso de las guías. Haz caso de tu entusiasmo e ilusión. Un abrazo!

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