11 de febrero de 2017

Volcán Bromo / Isla de Java

Caldera de Tengger, con el volcán Bromo humeando (desde el punto panorámico)

El volcán Bromo, en Java (Indonesia), era uno de los lugares más visitados dentro del conjunto de los cientos de islas que componen el país. Era, incluso, la imagen de portada de la guía/libro de Lonely Planet, todo un símbolo de viajes.
No puedo dejar de verlo’, se dijo el viajero insatisfecho.
Su fijación era tratar de estar en el lugar al amanecer pues algo había oído sobre su particular belleza. Lo que no se imaginaba era que también lo habían oído muchos otros y cuando alcanzó aquel punto de vista panorámico (view point, que decían los indicadores) era un hervidero de turistas japoneses, chinos, locales o malayos. Definitivamente, y después de meditarlo, este mochilero va a tratar de evitar lugares famosillos.
¡Que vayan los chinos!.
Se levantó muy pronto, a las 3 y media de la mañana. El conductor del jeep venía a recogerles sobre las cuatro (iba con otros 3 mochileros) al hotel donde habían pernoctado, unos 8 kilómetros del punto panorámico. Después de circular una media hora por un maltrecho camino (no veían gran cosa pues era noche cerrada) llegaron al lugar indicado. Atestado de turistas como estaba, repleto de móviles y palitos de selfie y, encima, obligado a alquilar un chaquetón porque a esa altura y aquellas horas corría una brisa del carajo que dejaba fríos los huesos, se arrepintió de haber dado aquel paso. Luego, el cabreo se iría transformando en tranquilidad hasta llegar a sentirse realmente animado y cómodo. El amanecer, la suave luz primeriza iba dejando que las formas de aquel espectáculo natural fueran apareciendo poco a poco. Las formas, los colores y el humo que desprendía el volcán a lo lejos conformaron, al fin, un conjunto visual hermoso. Cuando el sol iluminó el paisaje era el momento de acercarse al volcán Bromo que se veía al fondo de aquel hermoso plano y era posible ascenderlo. Desde donde se encontraba, el jeep les bajaría a la caldera y acercaría hasta la base.

El volcán Bromo
El Bromo (Gunung Bromo) era uno de los volcanes más activos de Indonesia con más de 50 erupciones en los últimos 250 años, siendo la última en el año 2011. Dentro de la caldera de Tengger, el Bromo no era el pico más alto del Parque Nacional del Bromo Tengger Semeru, pero si el más activo. Estaba también el volcán Semeru, y el conjunto de ambos conforma un auténtico paisaje lunar. Allí, dentro de la caldera y en la base del cráter, había un templo hindú. En Java no hay muchos, pero los habitantes de aquella región mantuvieron su religión mientras en el resto de la isla adoptaron la musulmana.
Una vez el jeep les dejó, alcanzar lo alto del cráter era misión de cada uno. Primero era necesario ascender unas resbaladizas laderas con pequeños barrancos pero, luego, eran 253 escalones los que separaban de la cumbre del volcán. Y allí, en lo más alto del cráter, al borde del abismo que aparecía a sus pies y donde la naturaleza mostraba su fuerza, fue donde pensó que había merecido la pena.

Al pie del volcán Bromo, vendedor de ramos para lanzar al volcán


[VÍDEO]



Copyright © By Blas F.Tomé 2017

3 comentarios:

  1. Sin duda que mereció la pena, como muestran tus palabras y tu vídeo (menos exhaustivo que otros) que ofrece una sensación pacífica bien contrastada con la violencia llena de humo del protagonista.

    Gracias y saludos.

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  2. Tu "expedicion" al volcan, tu decepcion inicial, me recuerda EL SOL DE MANANA en las lagunas Bolivianas...
    Los primeros rayos del sol vuelven a la vida a los gigantes dormidos, enmudecen las risas de los coleccionistas de milagros...
    Veo que te compenso! A veces, la paciencia nos recompensa.
    Bello relato. Musica "grandiosa", con dos minutos hubiera sido perfecto, a mi gusto profano.
    Besos

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  3. Hola Blas: Sabes "aquel que diu" (Eugenio) que los gitanos no quieren a sus hijos con buenos principios (comienzos)? Pues veo que a ti te ha pasado algo por el estilo cuando dices el cabreo se iría transformando en tranquilidad... Me alegro de que meriera la pena. Un abrazo!

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