12 de abril de 2013

¡Cuánta tontería 'pilla' uno en los viajes!



¡Cuánta tontería 'pilla' uno en los viajes!.
Mucha, sin duda.
Al finalizar el viaje, en medio de él, cuando pasea por el mercado o cuando visita aquel monumento son momentos apropiados para encontrar algo que comprar, tocar o mirar, y remirar. Después, pasarán a formar parte de la 'mochila azul'.
En su ‘chabola’, el viajero insatisfecho guarda un poco de todo, monedas, billetes, sellos, postales, ‘vitolas’ de cerveza, un poporo, posavasos, esculturas de madera, un anillo labial de las mursi, un fosil de caracola marina, fotos y……, cuadros, pulseras, CD´s, tankas, silbatos, collares, bonetes y,……., sombreros, vestimenta africana, camisetas, molas, máscaras,.…. Y todo aparece por la ‘covacha’ colocado -pero sin gusto- polvoriento, descolorado, avejentado y sucio.
Un poporo, junto a unas hojas de coca
Todo son tonterías que no recuerdan el viaje, ni alimentan la memoria, ni son utilizadas como elemento de autoestima. Tal vez sirvan para renegar aún más cuando, en la siguiente salida, llegue la triste y embarazosa hora de comprar. Dijo Jefferson: “No compres nunca lo que te sea inútil bajo el pretexto de que es barato”.
¡Este viaje no traeré nada!, ha soltado infinidad de veces el leonés antes de salir a África, Asia, o cualquier otro destino. Al final, lo visto, lo oído o lo admirado llevarán siempre al mochilero hacia la tienda de souvenirs o puesto callejero, siempre con el ánimo de no romper su palabra y mirar ‘para-matar-el-tiempo’.
Pero…..
Copyright © By Blas F.Tomé 2013

9 comentarios:

  1. Si es que las pequeñas contradicciones también nos alimentan y adornan nuestro viaje, ese que hacemos por nuestra propia casa cotidianamente.

    Gracias y saludos.

    ResponderEliminar
  2. Ay, Blas! Cuánta razón llevaba Jefferson!
    Haces bien en prometerte no traer nada en tu próximo viaje...y también en no llevar este principio a rajatabla.
    PD. Ya nos contarás lo que es un poporo :-)

    ResponderEliminar
  3. Es importante guardar "algo" que nos recuerde "aquel" regateo, aquella anécdota...

    Un gran saludo
    Mark de Zabaleta

    ResponderEliminar
  4. Buena esa la decisión Blas de no traer nada de allá donde apunte tu próximo viaje.
    La verdad es que un día decidí guardar mucha "quincalla" traída de los viajes en el trastero, y me prometí no facturar nunca más mi equipaje, ni a la ida ni a la vuelta para matar cualquier tentación. Creo que fue la mejor decisión. Eso si, mi regla queda rota cada vez que vengo de mi México, trayendo algo más que recuerdos.
    Saludos Blas y a disfrutar en tu nuevo destino :)

    ResponderEliminar
  5. Bueno Blas, supongo que el enlace al poporo lo has puesto después de mi comentario porque si hubiera estado antes, lo hubiera mirado.
    De todas maneras se agradece el detalle. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  6. Pues mira,leones,a mi me pasa lo contrario. Todas pas pocas cosas que compro o que descubro y traigo a mi casa me acompanan y son el testimonio vivo de la experiencia: ceramica, tapices, libros...y piedras, muchas piedras, corales, escamas gigantes...
    Y no se merecen el olvido.
    Besos

    ResponderEliminar
  7. Blas, no me dices nada de lo que te comenté mi entrada de Castillo-Puche?

    ResponderEliminar
  8. Bueno, creo que esa compra compulsiva nos pasa a muchos. Tal vez sea por el interés de recordar después en casa, no lo sé. También veo muy acertada la frase de Jefferson.
    Un abrazo, amigo mochilero.

    ResponderEliminar
  9. Hola, no conocía tu blog y me ha gustado...Iré visitándote.
    Sólo me interesan los regalos que no se compran (piedras, hojas de árboles, arenas) o, si se compra, han de ser para dar producto al vendedor autóctono ,...
    Cordial saludo
    Inma (La comunidad El País)

    ResponderEliminar