19 de noviembre de 2008

La liana


Vean, vean. Lo que el viajero insatisfecho muestra tan inocentemente no es ni más ni menos que el producto de una de sus ganserías; el resultado de su relax en medio del ruidoso silencio, animado por el guía que le mostraba cierto lado salvaje de la selva amazónica; el empobrecimiento del personaje aventurero; el ensalzamiento del turismo bobalicón. En resumen, es mucho más de lo que a primera vista parece.
No se matará con una caída desde esa altura, o sí, pero está asfixiando su prestigio y dañando su espíritu aventurero.
Se está autodestruyendo.
Detrás de este cretino mochilero, a quince metros del suelo impulsado como un péndulo por una liana, se observa la naturaleza natural, libre de ataduras y sin el rostro domeñado por el hombre. La luz, prisionera de la naturaleza.
Cuando os ofrezcan lanzaros por una liana, imitando a un Tarzán-paralítico, no lo hagáis. El talante del viajero debe de estar a la altura, dominar la situación y no prepararse para hacer el ridículo con cuatro gritos “tarzanescos”.

Copyright © By BlasFT 2008

3 comentarios:

  1. "Seco", sabía que se te daba bien hacer el "indio" viendo la foto a lomos de esa yegua (de cuatro patas), pero nunca pensé que harías el "orangután", espero no verte jamás haciendo el "caracol".

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  2. Qué bien te lo pasas. Casi se oye desde aquí. Un beso.

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  3. Pues lo de verte haciendo el caracol....,este Conquense y su amor hacia ti, me hace reír, es genial.

    Pero realmente gritaste a lo tarzan?????

    Besotes.

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