20 de noviembre de 2007

"El peor viaje del mundo"

Otra vez estoy leyendo un libro de viajes. Esto me va a llevar a la ruina mental. Me va a crear adicción. Bueno, el caso es que estoy engullendo la historia de la expedición del capitán Scott al polo Sur (1910-1913), contada por uno de sus acompañantes. En realidad, pues, son las vivencias de un aventurero.
El libro en cuestión se titula “El peor viaje del mundo”, de Apsley Cherry-Garrard.
Quiero citar un fragmento que me impresionó referido a la naturaleza salvaje, natural y cruel, aunque lo leído hasta ahora sobre los exploradores es todo valentía y pundonor:
Los exploradores que descubrieron a los [pingüinos]-emperadores con sus crías (se refiere a una expedición anterior), observaron que los pingüinos que no podían conseguir uno vivo criaban polluelos muertos y congelados. También encontraron huevos descompuestos que posiblemente habrían incubado cuando ya estaban congelados.
Pues bien, nosotros vimos que estas aves estaban tan deseosas de empollar que entre las que no tenían huevos había algunas que incubaban hielo. Cuando fueron a recoger los huevos, mis compañeros se encontraron en varias ocasiones con pedazos de hielo redondeados, sucios, duros y más o menos del mismo tamaño. En una ocasión, a un ave se le cayó un huevo de hielo mientras la observaban, y entonces apareció otra y se lo guardó, hasta que le ofrecieron uno de verdad
”.
Esta salida desde el campamento-base que hizo el autor (aventurero) y otros dos compañeros a la costa de los pingüinos-emperadores estuvo marcada por el infortunio.
Llegaron el borde de la congelación y la locura.
La marcha del día era una maravilla (-40º) en comparación con el descanso nocturno (-50º), aunque las dos cosas eran horribles. Estábamos en las peores condiciones en que puede encontrarse un hombre que aún es capaz de seguir viajando; pero nunca oí una palabra de queja ni un juramento, y vi que la abnegación superaba todas las pruebas”.

Nunca había leído algo relacionado con aventuras polares. Su lectura es toda una experiencia…….., y aconsejable.

2 comentarios:

  1. "Seco", si Scott te hubiera conocido habría visto un símil entre el pingüino emperador y tú: el primero acapara cualquier cosa que parezca un huevo para empollarlo y el segundo es capaz de "empollar" a una "escoba con faldas".
    ¡Que pena que no te conoció!, hubiese podido ampliar la teoría de la evolución de las especies de Darwin.

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  2. "Conquense":
    Y yo me pregunto: ¿Cómo ha podido Dios desperdiciar un cerebro como ese en un cuerpo "infollable" como el tuyo?.

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