4 de octubre de 2007

¡¡Birmania, LIBRE!!


SINOPSIS y FRAGMENTO del libro “El arpa birmana”, de Michio Takeyama:

En los últimos días de la II Guerra Mundial, el sureste asiático está plagado de tropas japonesas, que exhaustas e incomunicadas, vagan sin rumbo acosadas por las fuerzas aliadas. En Birmania, una compañía singular, mandada por un capitán que en la vida civil ejerce la profesión de músico, es conocida por “la compañía de las canciones”. Los soldados que la integran forman una masa coral que interpreta magistralmente canciones tradicionales. Tras entregarse a las tropas británicas, el cabo Mizushima, virtuoso intérprete del arma birmana, es enviado a una arriesgada misión de paz, tras la cual desaparece sin dejar rastro.
……………

Un muchacho tocada el arpa a la puerta del templo, bajo la estatua de un león que abría sus fauces. La gente al pasar le iba echando monedas.
El arpa que usan los birmanos tiene precisamente la forma de una berenjena; es un estupendo instrumento hecho de madera pulida con incrustaciones y adornos. Hemos oído decir que la música birmana comenzó imitando el ruido de la lluvia. Pero la tradición musical de este país es muy antigua, y su pueblo muy amante de la música; de ahí la gran variedad de sus instrumentos, y el desarrollo de unas melodías tan complicadas y difíciles.Anteriormente, cuando en nuestras entradas y salidas oíamos de pronto música de arpa, solía cogernos por sorpresa, y acto seguido nos acordábamos del compañero muerto. Pero ya por entonces nos habíamos acostumbrado también a eso, y ni nos sorprendía gran cosa, ni nos ponía tristes, ni nada por el estilo
”.
(La fotografía "Arpa birmana", tomada de Google).

1 comentario:

  1. "Seco", a mí me gusta más el "Cuba Libre" que el "Birmania Libre". Pero bueno vamos a dejarnos de gatos, arpas, músicas místicas que imitan a la lluvia, cabo japonés... y chorradas de éstas y escribe un artículo sobre el marmitaco, con toda la poesía que conlleva, desde la compra de sus ingrediente hasta ponerlo en la mesa.
    Espero que estés fino para que pueda cocinarlo un paleto como yo.
    Seguramente, si lo escribes, será tu primer artículo sobre esta materia, pero anímate, así empezó Arguiñano y cía.

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